¿Cuál es el pecado de James? ¿Por qué está sentado? Sabemos que la razón no puede ser su rendimiento futbolístico. En los pocos minutos que ha jugado esta temporada ha sido determinante para cambiar el rumbo de los partidos. Así ocurrió en la Súpercopa de Europa y en el debut liguero contra Real Sociedad en San Sebastián. ¿Qué es lo malo que ha hecho el muchacho? Sí, sabemos que fue una imprudencia el haber llevado a la fiesta de cumple de Cristiano al aparecido ese de Kevin Roldán; que ha salido de juerga con Isco justo cuando cayeron vapuleados contra el Atlético, uno de sus dos más duros rivales. Pero si se le está juzgando por su disciplina, me parece injusto que no hagan lo mismo con Benzema. Lo del delantero francés fue un verdadero escándalo: se vio implicado en un caso de chantaje sexual.
¿Será que le pesa a Zidane que el jugador venga del otro lado del mundo, que no sea de su país, que no sea europeo? ¿Será verdad eso del racismo ancestral del Real Madrid? Hoy ganó el equipo blanco gracias a la magia del colombiano. 15 minutos le bastaron para demostrar por qué fue el último goleador de un mundial, por qué fue el preferido de Ancelotti, por qué vale 80 millones de euros. Un pase, una presencia, una velocidad y una entrega que solo tienen los mejores. Basta ya Zidane de inventar con esas mentiras de Kovacic, Isco e Asencio. Basta, nadie se come el cuento de Casemiro, de Lucas Vásquez. James debe ser titular inamovible y no el cuarto cambio como lo estás planteando. Ganaste la Copa de Europa por el accidente de los penales, porque te tocaron rivales diminutos, porque no te chocaste contra el Barcelona o el Bayern. Si no, ese plantelcito, con jugadorcitos de poca monta, se hubiera quedado sin nada como sucedió en la Copa del Rey y en la Liga. Zidane pareciera que necesitara un cabezazo como el que le propinó a Materazzi en el 2006. ¡Zidane, respetá a James!
Ya es hora de que James arranque sus partidos de titular, basta ya de mendigar minutos. James Rodríguez es un tremendo crack de proporciones faraónicas, una figura de talla mundial. El único que no se da cuenta es su técnico quien, como jugador, tiene números bastante inferiores a los del colombiano. Hasta envidia le tendrá.