Gustavo Palacio, uno de los veteranos zapateros del centro histórico de Barranquilla, quien es conocido popularmente por parte de su familia, amigos y por algunos clientes como el Cantinflas Barranquillero, lleva más de 40 años dedicándose al oficio de la zapatería en este sector de la ciudad.
El Canti, que bautizó con igual nombre a su negocio ubicado a un costado de la emblemática iglesia de San Nicolás, exactamente en la plaza que lleva su nombre (San Nicolás), vive en el municipio de Malambo. Con el ingreso mínimo que gana ha arreglado todo tipo de zapatos y ha sacado adelante a sus cinco hijos. Asegura que le ha ido bien, y está agradecido con la Alcaldía de la Arenosa por la reubicación que le hicieron tanto a él como a sus compañeros, pero le pide más seguridad para la ciudad.
Palacio compara la Barranquilla de hace cuarenta años con la Barranquilla actual. Asegura que todo ha cambiado, algunas cosas para bien, y otras, para mal.