Apreciado doctor Petro.
Escribo esta carta para hablar en nombre propio, y probablemente, en nombre de algunos otros ciudadanos que tal vez piensen como yo.
Soy profesor. Ejerciendo esta noble pero ardua profesión por casi 20 años, he tenido la oportunidad de ver crecer un buen número de estudiantes con muy pocas esperanzas de triunfar en un país tan rico, pero tan desigual como el nuestro. Desde hace mucho tiempo, he esperado que un líder como usted tienda un mano a tantas personas que a diario sufren por algo tan básico como llevar un pan a sus casas para sus hijos. Seguí de cerca su gestión en Bogotá. Conocí de primera mano muchas familias pobres que se beneficiaron con sus políticas públicas, las mismas que casi nadie pudo conocer por que los medios en este país desde hace rato pertenecen unas pocas familias que ven amenazadas sus fortunas si los pobres logran progresar.
No hay cómo poner en duda su honestidad y honradez. Tampoco se pude poner en duda el miedo que les causa a los políticos corruptos que usted pueda llegar al poder. Si como senador sus debates lograron que se hiciera justicia con algunos de ellos y hoy en día estén en la cárcel por sus crímenes, ¿cuánto más no podría hacer usted como presidente para que finalmente la justicia actúe sobre tantos otros que en la actualidad dirigen este país con total impunidad?
Yo quiero que usted sea presidente, pero la coyuntura actual está haciendo que este ideal se pierda, pues tanta publicidad, mentiras y campañas sucias en su contra han logrado que la gente del común lo vea a usted como una amenaza.
Es por lo anterior que le pido, con todo el respeto que usted se merece, que por favor proponga los doctores Fajardo y de la Calle, que usted los apoya a ellos como candidatos a presidente con tal de que lo dejen construir junto con ellos un programa de gobierno común y que lo apoyen a usted en una candidatura presidencial en 4 años. Lo anterior para dejar sin argumentos a todos aquellos que infunden miedo en las personas diciendo que, si usted es presidente, el país se convierte en Venezuela. Sí, es absurdo, pero muchos lo están creyendo.
Con De la Calle o Fajardo no podrían argumentar semejantes sandeces; por el contrario, es muy probable que se logre la presidencia de a través de esta alianza y por consiguiente abrir el camino para que finalmente este país cambie para el bien de todos.
Por favor piénselo, en cuatro años usted tendría el camino para hacer una presidencia sin tanto obstáculo y con un apoyo aún mayor al que tiene hoy.
Extiendo este llamado a los doctores De la Calle y Fajardo.
Juntos sí podemos.
Gracias.