La COVID-19 tiene a la humanidad en el mismo barco, nave, o submarino con sus consecuencias, desafortunadamente, devastadoras, dolor profundo por la pérdida de vidas…crisis mundial en la salud pública.
Un daño colateral es el resentimiento de la economía global, empresas de todos los tamaños y sectores productivos están navegando en las profundas aguas de la incertidumbre, debajo de las olas como el submarino amarillo de una de las canciones del famoso cuarteto de Liverpool.
Es el tiempo de salir a flote, de volver a ver la luz, de emerger con todas las fuerzas. La esperanza de navegar hasta el sol y ver el mar verde, como reza en la canción que interpretó en su momento el rock star, baterista, compositor, actor y cantante Ringo Starr.
Es el momento de aplicar los conceptos adecuados para gestión de crisis. Debemos reconocer y aceptar que una crisis, es eso, crisis inesperada, crisis que golpea, crisis que son fuertes olas que quieren hundir nuestro barco, crisis que debemos superar.
En primer lugar, dentro de los principios básicos para una adecuada gestión de crisis se debe contar con toda la información relevante del evento que puede llegar a perturbar el normal funcionamiento de la empresa o que ya lo está haciendo; el suceso negativo que está afectando o llegará a afectar la operación, el capital humano, la imagen de la marca, y las consecuencias sobre todos los grupos de interés que hacen parte de la organización.
En segundo lugar, contar con el concepto y asesoría de personal experto en los temas que requieren solución, que están generando la crisis. Esta intervención de diagnóstico, análisis y planteamiento de soluciones, requiere agilidad, prontitud, y siempre debe primar la franqueza, la transparencia, la honestidad, ya que al final de todo camino, toda verdad sale a flote.
El tercer paso es contar con fortaleza, entereza y liderazgo para asumir los riegos eminentes y tomar las mejores decisiones, que aminoren los impactos negativos de las amenazas generadas por la crisis.
La planeación, como primer paso del proceso administrativo, es fundamental para afrontar y solucionar adecuadamente cualquier situación adversa, así esta aparezca sin que nadie la espere, sin que se vea venir. La importancia radica en la inmediatez de reconocer la crisis, en aceptarla y, como la tercera ley de Newton, ante una acción, se debe presentar inmediatamente una reacción positiva para minimizar o anular los daños generados, planeando las acciones que se deben implementar, asignándole los recursos de toda índole que se requieran, definiendo tiempos de ejecución, monitoreos, controles y evaluaciones de las acciones implementadas.
Finalmente, con la fe intacta en las capacidades intelectuales de la humanidad, con un enfoque positivo, solidario y colaborativo, siempre salimos adelante de cualquier crisis, es nuestra naturaleza, es la confianza, la persistencia, la constancia y la adecuada dirección y gestión que nos permite de nuevo vencer las múltiples dificultades y superar los retos que se nos presentan en nuestro diario vivir.
La COVID-19 solo es un escollo que muy pronto, unidos como debe ser, con disciplina y auto cuidado, vamos a superar, aunque sea difícil de olvidar, así como la icónica canción de los Beatles, Yellow Submarine.
