Lo cuentan sus amigos más queridos, Asprilla, Oscar Cordoba. En las eliminatorias al mundial de Francia 1998 que Colombia cabalgó con autoridad, el técnico era Hernán Dario "Bolillo" Gómez. En las charlas técnicas el entrenador hacía intrincados planteamientos, tácticas enrevesadas y olvidaba que pertenecía a una generación en donde lo más importante era el juego, la diversión. Por eso, mientras se iban al camerino, a disputar cualquiera de los vitales partidos que esta escuadra jugó, el Pibe tomaba la voz cantante del equipo y decía "No vamos a hacer nada de lo que esté man dice, vamos a salir a disfrutar". Y por eso conseguían estos partidos de ensueño como contra Chile:
Valderrama sólo hizo un gol en los mundiales, el fascinante tiro contra Emiratos Arabes Unidos, una joya que aún recordamos por lo que significó: ganar en un mundial por primera vez en su historia
El Pibe era carácter. Si, nunca llegó a hacer 100 goles en Europa como James, en equipos además top como el Porto, el Monaco, el Real o el Bayern, pero coraje si tuvo, coraje para revertir siempre lo que parecía inexorable. Acá queda una demostración de buen fútbol que le hizo al PSG en 1988 en una Copa de Francia que su equipo, el modesto Montpellier, consiguió:
Además el Mono siempre fue un líder positivo, su voz era la que más duro, después del técnico, se escuchaba en el camerino colombiano. Un atrevimiento que James se meta como lo hizo contra los líderes de la selección, un atrevimiento decir que es que él merece respeto, cuando es capaz de decir estas sandeces: "No comparto con los ídolos de uno que están detrás de un micrófono, no pueden ser tan desleales, son desleales por 3 pesos. Muchos jugaron con nosotros y muchos estuvieron de este lado”, dijo Rodríguez, quien recalcó: “Ellos pensaron que iban a estar arriba siempre, pero nosotros, con todo el respeto, los superamos, ya los pasamos”.
Mucho, muchísimo debe aprender James de los verdaderos referentes de la selección.