El 15 de diciembre de 2021 el Gobierno nacional anunció con bombos y platillos un aumento del salario mínimo del 10,07 %, dejándolo en un millón de pesos. Muchos colombianos celebraron y hasta sacaron memes diciendo que se movilizarían en taxi con ese sueldazo. Pero esto es más ilusión que realidad, pues con el aumento de los productos de la canasta familiar, parece que ese millón no alcanza para nada.
De acuerdo con el economista Orlando Ortiz, "al cierre de 2021 el grupo de alimentos y bebidas no alcohólicas, por ejemplo, subió 17,23 %, es decir, 11,61 puntos por encima de la tasa promedio de inflación y 7,16 puntos por encima del aumento del salario".
El gremio panadero no se salva de estas alzas, pues denunció el alto precio de los insumos necesarios para hacer el pan. En el caso de algunas materias primas, el incremento es del 100 %, lo que los ha obligado a subir el precio del pan y su vez, al consumidor final a abstenerse de llevar pan caliente a casa.
Según un informe de CM&, en 2020 un bulto de harina valía 90.000 pesos y ahora 150.000, es decir un incremento del 66 %. La mantequilla ha subido en dos años un 200 % (pasó de 30.000 a 90.000 la caja).
La levadura tuvo un aumento de 16 % y las esencias, de 70 %. El aceite, indispensable para el proceso de expansión de la masa y el moldeado, hace dos años estaba en 70.000 pesos por galón, hoy cuesta 145.000 pesos (un incremento del 150 %). Asimismo, el azúcar pasó de 70.000 pesos a 150.000 el bulto, y los huevos de 7.000 a 13.000 la cubeta.
Con estos precios, los panaderos se están viendo obligados a cerrar sus negocios, y en el mejor de los casos, a aumentar los precios del pan. Un pan que antes valía 100 pesos, ahora vale 400. Un pan grande, que en 2020 se conseguía en 2.500 pesos, ahora está costando entre $3.500 y $5.000.
Con estos precios, no hay salario mínimo que alcance.