Me había abstenido por un tiempo de escribir sobre los sinuosos acontecimientos políticos de nuestro tan singular país, en parte porque no hallaba una forma de escritura que me convenciera, aunque quizás sigo en el mismo punto. Veía que mis escritos caían en el decadente torbellino de la polarización que azota al país y que en últimas terminaba pareciéndome a aquello que quería criticar. Por otro lado, sentí un nivel de intoxicación que, literalmente, me estaba enfermando. Me sentía enfadado la mayoría del tiempo y de mis dedos solo escribía sutiles ofensas y atropellos hacia compatriotas que, con conciencia o sin ella de su posición política, nos catalogamos unos a otros como antagonistas, como polos opuestos, muy exagerados incluso, construidos por usted y su partido: comunismo vs las fuerzas del bien… y de la propiedad privada, y lo que cueste por mantenerla.
Sin embargo, siempre seguí pendiente en las sombras de lo que nuestra movida tierra nos ofrece, a usted y su bancada claramente no se la puede pasar por alto, no tengo problemas en reconocer que el uribismo es la fuerza política mejor consolidada y con mayor acogida en el país. Habrá que ver cuál es el discurso que sustenta ese éxito y su veracidad, pero por ahora eso es cuento aparte.
Es interesante el papel que cumple usted dentro de su bancada, es la kamikaze, el chivo expiatorio, la cara más mediática al estilo paparazzi y es que mientras usted desata huracanes con sus declaraciones, a veces un poco folclóricas, no concibe problema alguno en ponerle el pecho a las balas virtuales que salen de esas trincheras de odio que son las redes sociales, le pone pecho igualmente a la mala fama que se ha creado: la de la tonta, la que dice disparates, la que no está en sus cabales. No… usted de tonta no tiene nada, ni ninguno en el Centro Democrático es tonto, solo que pareciese que utilizaran la inteligencia no para un bien supremo y loable sino para sembrar división, para envenenar el corazón de aquel que no entiende las dimensiones y complejidades del conflicto colombiano, juegan con el dolor.
Todo está fríamente calculado, usted es la encargada, y gana un muy buen sueldo por ello, de alborotar el avispero con declaraciones fuera de tono, declaraciones que se llevan la atención de la opinión pública y se forman polémicas, parodias. Todo mientras los otros miembros de su bancada, los más sagaces, estructuran maquiavélicamente la vuelta al poder porque ocho años de Álvaro y ocho de su predecesor Santos no les fueron suficientes y aun así critican las dictaduras castrochavistas.
Usted cataloga a quienes pagan su sueldo como vagos, como si en Colombia no se tuviera que sobrevivir aun siendo profesional, porque sin el clientelismo, las listas cerradas y demás artimañas de los partidos políticos difícilmente se puede llegar al lugar que usted está. Los manda a estudiar, grave error, porque estudiando es que uno se da cuenta de quienes han jugado un papel determinante para que este maldito conflicto se mantuviera en el tiempo.
También llama mamertos a quienes pagan su sueldo, a este nivel de estupidez ha llegado la polarización colombiana que se adoptan términos folclóricos para, de nuevo, dividir, en lugar de la argumentación y el debate que uno esperaría tuvieran los honorables parlamentarios, así hayan llegado al congreso sin un solo voto. Sabemos que ese es su modus operandi, y de algunos de su bancada, y de otras bancadas y de la contraparte y de todos los que deberían mostrar “altura”. Uno de mis propósitos para volver a escribir sobre estos temas es dejar a un lado el sarcasmo, le quita seriedad a los asuntos serios, por eso lo que voy a decir no es sarcasmo, más bien es una alegoría, y es que de este gran reino de reyes y esclavos usted cumple muy bien el papel del bufón, quizás habrá que revisar y darle otra trascendencia a los bufones de la historia, pero eso por el momento no nos compete.
Ya no más, señora Cabal. Creo que por más que uno entregue su lealtad y su dignidad a una causa, en su caso al uribismo, una persona siempre debe hacer un alto en el camino y tomar seriedad, sin importar si se tiene 24 o 50 años, sin importar si uno es un vago común y silvestre o una representante del pueblo. Su trino frente al atroz atentado que ocurrió en Barranquilla es un despropósito, una bajeza. No nos engañemos, como en el atentado contra el centro comercial Andino los integrantes de su bancada sacaron crédito político de la forma más ruin y miserable.
Un fulano de su partido, lo digo en esos términos porque como en toda organización hay estrellas, mandos medios y fulanos, llegó ese día a grabar un vídeo en contra de Juan Manuel Santos, una práctica carroñera disfrazada de falsa solidaridad y falso patriotismo, intereses miserables leí una vez por ahí ¿hay algo peor en la existencia humana que sus intereses sean meramente miserables? En ese caso, como en el de Barranquilla, de hacer política a costas de la tragedia de sus compatriotas a quienes tanto dicen “querer”.
Su trino sobre el atentado en Barranquilla textualmente fue: “Esta es la paz de la coca, promovida por las élites revolucionarias de Colombia. Este es el producto del pacto farc-santos. Pacto de élites” Su trino fue más veloz que las investigaciones, una falsa rabia sustentada por una hipócrita sonrisa interna, no importan quiénes murieron, ni sus familiares, ni si se consideraba o no pertinente que primero se esclarezca quiénes fueron los autores intelectuales, lo que importaba era atacar el proceso de Santos, que ego más grande, y lo peor de todo con palabras con más de un sentido.
Coca: ¿la coca del General Santoyo? ¿La del paramilitarismo y su nuevo nombre las Bacrim que no son más que una mutación de la “desmovilización” de los paras en el gobierno de Álvaro?
Pacto de élites: ¿El uribismo hablando de élites? ¿Cómo la élite de los ganaderos que activamente participaron en el conflicto con ejércitos irregulares que masacraban campesinos? Siempre lo he sostenido, estar en contra del proceso orquestado por Santos es entendible y respetable y estar contra Las Farc, el ELN y demás es correcto, siempre y cuando no se haga desde la orilla del uribismo quienes también deberían, lo saben pero se hacen los desentendidos, ir a la JEP cuanto menos, junto a las fuerzas diabólicas del comunismo, porque las manos manchadas las tienen todos los que se lucran del conflicto mientras dividen al pueblo entre mamertos y gente de bien, mientras hacen que el ciudadano de a pie que ha sufrido directa o indirectamente la guerra se odie, se insulte. No, los verdaderos responsables de esta guerra están en muchas orillas, en varias élites, doctora Cabal.
Ya basta de jugar con las desgracias del pueblo, si usted en realidad quiere a Colombia empiece hacer bien su trabajo, como el puesto lo demanda, no como el bufón incendiario cuyo propósito es generar más odio del que se ha forjado durante décadas, gánese los votos que nunca tuvo. No quede en la historia como hasta el momento está quedando. Sea patriota, pero de verdad.
Atentamente: Un vago cualquiera.