No recuerdo un solo partido decisivo de Champions en donde James haya sacado la casta. Siempre que se enfrenta a un momento cumbre esa templanza y calidad que tiene contra los equipos pequeños desaparece en los clásicos. James venía siendo figura en los primeros partidos de esta Copa América. Contra Argentina fue bueno a raticos, contra Qatar se echó el equipo al hombro y metió el pase gol a Duván Zapata. Contra Paraguay jugó unos minutos. Se sentía a sus anchas, nada se jugaba en ese partido entonces, sin presión, volvió a desplegar su magia.
Contra Chile James Rodriguez fue un desastre. Una vez más nos volvió a desilusionar. Parecía arrugarse, se escondió, no mostró la rebeldía que solo tienen los cracks para torcer los destinos. Nada que ver con la sangre que mostró Arturo Vidal, timonel de Chile, un tipo que siempre planta carácter y fútbol. Ahí se marcó la diferencia, James volvió a desilusionar. En este momento James Rodríguez es más una diva que un crack. Jugo en su contra que en los últimos días haya aparecido más en las revistas del corazón que en las de fútbol por su romance con la venezolana Shannon De Lima. Incluso se le vio con ella en los días previos al partido. A James le falta bajarse de la nube, hace tres años no está en la lista de los cincuenta mejores jugadores del mundo y niguno lo quiere comprar. En tiempos donde el Real Madrid puede pagar 150 millones de euros por Joao Felix, un adolescente cualquiera, el mismo equipo no puede encontrar un comprador para James, cuyo único logro ha sido el de ser goleador del Mundial. Es que ni en 40 millones se lo reciben. Por ahora parece que irá a préstamos a un club mediano de Europa como el Napoles. Aunque lo mejor que le podría pasar es que el Atlético de Madrid se lo lleva como afirman portales en Europa. El consejo del Cholo podría recuperarlo.
Una pena y una vergüenza lo de James anoche en el Arena Corinthians. Lucía cansado, aburrido. Ahora tendrá tiempo para irse de vacaciones con su amor. Una diva más que un futbolista. Con razón los técnicos lo piensan dos veces para contratarlo. James es un inmaduro que no siente el fútbol