Según la RAE el adoctrinamiento es la acción de adoctrinar, pero qué es eso. Según la misma academia es inculcar a alguien determinadas creencias e ideas. La verdad, esa definición de la academia española nos dice bien poco. Sin embargo, doctrina, adoctrinar y adoctrinamiento están muy presentes últimamente, sobre todo en la política. Por lo tanto, vamos a hacer un esfuerzo para ver en realidad qué es eso, en dónde está sucediendo y cómo lo hacen.
Por adoctrinamiento entendemos una serie de medidas adoptadas para transmitir unas ideas. Pero ¿cuáles ideas?, ¿todas? La respuesta es no. El adoctrinamiento es esa ecuación compuesta de métodos que buscan formar opinión ciega y fe. En otras palabras, el adoctrinamiento tiene que ver con la transmisión de ideas fijas, incuestionables, en las que se busca que el receptor no piense. Mientras la educación pretende dotar a las personas de herramientas para ser autónomos, pensantes, capaces de criticar y discernir, el adoctrinamiento busca la fe ciega para poder manipular las personas a su antojo.
Históricamente el adoctrinamiento lo han usado las élites en el poder, para mantener sin necesidad de recurrir a la fuerza el control de las poblaciones. La forma en la que lo hacen es por medio de estrategias de propaganda y manipulación, en donde claramente se miente para exacerbar las pasiones más profundas. Por eso quienes han usado y usan normalmente el adoctrinamiento, son extremistas, que se autoproclaman poseedores de la verdad absoluta, y salvadores.
Lo más frecuente es el adoctrinamiento religioso y político, pero esto no es algo que debemos ver aislado uno del otro y mucho menos en la actualidad, pues cada vez más el fanatismo religioso y el político van estrechamente de la mano. Y no es algo exclusivo de por allá, en el Oriente Medio, que consideramos lejos de nosotros. Donde unos señores someten a la mujer a cualquier cantidad de prohibiciones y la maltratan por considerarla un demonio y algo sucio. O donde señores que se creen elegidos por Dios asesinan a pueblos enteros en su nombre. La realidad es que el adoctrinamiento y, por lo tanto, el fanatismo están de forma peligrosa cada vez más cerca de nosotros, aunque bajo otras formas, medios y rostros.
Un caso incuestionable es Venezuela lastimosamente. Lo que empezó allí, en su momento, vino a llenar al mundo de esperanza, pues inicialmente y hasta hace poco, era una propuesta política modernizadora, qué pretendía devolverle la dignidad al pueblo venezolano por tanto tiempo explotado y desposeído. No olvidemos que Venezuela siempre ha sido un país lleno de recursos naturales y como se sabe con petróleo borbotones, pero, sin embargo, su población era miserable.
Sin duda muchas cosas cambiaron en Venezuela, unas para bien, y eso tenemos que reconocerlo, pero lastimosamente, con el tiempo, también unas para mal. Y ahí, cuando las cosas dejaron de andar bien, unos y otros (oficialismo y oposición) jugaron a tensar la cuerda, a adoctrinar y buscar “fieles” unos para mantener el poder y otros para usurparlo.
Ahora bien, otro caso incuestionable y reciente es Brasil. Ahí, se usó de forma deliberada la mentira como arma política. Las Fake News fueron sin duda, uno de los factores que hizo que el fanatismo llegara a la silla presidencial. Pero no es que todo fuera producto de la campaña del señor Bolsonaro, no, los grupos mediáticos, ayudaron en este propósito, mintiendo sobre unos y enalteciendo a otros. Además, claro está, de la persecución política contra el Expresidente Lula.
Es tanto el fanatismo y el adoctrinamiento, que abiertamente en campaña se hablaba de asesinar al adversario. Curiosamente nadie se ha escandalizado por ello. Ahora resulta que el gobierno de ese personaje, que se dice “mito” y salvador, que llamaba a asesinar al otro y un sinfín de barbaridades, se presenta como defensor de la “democracia” en Venezuela. En realidad, esto es cinismo.
Otro caso, en extremo peligroso es el de Colombia, sin duda alguna. Por una parte, aún quedan unos señores en el monte que se dicen “revolucionarios” pero que, en verdad, y gracias, a sus super revolucionarias y estratégicas acciones criminales, como la de la bomba en la escuela de policías, ayudan a que el adoctrinamiento político del centro “democrático” sea todo un éxito.
Los agentes adoctrinadores en Colombia son fácilmente identificables. Por una parte, está el grupo político Centro “democrático” y su alianza con la espiritualidad de garaje. No hacen más que inventar enemigos en todas partes. Y desde hace un tiempito, el enemigo es Venezuela, y con esto evitan hablar de política. Venezuela es el “coco” o el “ropavejero” que decían en el Chavo, para asustar a los niños.
Por otra parte, están los dos principales canales televisivos en abierto, Caracol y RCN. Estos, en sus noticias y en general en su parrilla, no hacen más que meterle el miedo a la gente en el cuerpo y mentir. Para ellos existe una cruzada castro... no sé qué, que ha destruido el país. Sin embargo, quienes han gobernado el país han sido los mismos de siempre de forma mafiosa.
En realidad, estos personajes no hablan de política, y es que no les interesa. No hablan del país, porque no les interesa. Lo único de su interés, son sus negocios. Pero vamos a aclarar aquí, que los negocios, son solo exclusividad de la cúpula, y en nada benefician al votante común. Pero bueno, al fin y al cabo, es eso, adoctrinar lo que han hecho.
Tengo el sincero deseo que en Venezuela cambien las cosas, pero no vamos a ser cínicos Me surgen unas preguntas, ¿qué clase de ayuda son 20 millones de dólares?, ¿por qué no se envía ayuda a Haití que tanto la necesita?, ¿por qué no se mandó ayuda humanitaria a la caravana de gente migrante, sabiendo la cantidad de niños hambrientos y las condiciones en las que se encontraban?, ¿qué pasa con los niños de La Guajira? Que cambie el régimen en Venezuela, sí, pero no así. Ustedes no quieren ayudar. Ustedes quieren sembrar el caos.
Ahora bien, el panorama que se vislumbra con el monstruo ese que crearon que es Venezuela no parece nada alentador para nadie. Y ahí hay que decir y advertir con claridad: si Colombia entra en un conflicto binacional con Venezuela, de los muertos, las desgracias y el sufrimiento son ustedes los responsables, señor Duque, Uribe y demás cuadrilla, entre los que se cuenta, por supuesto los dueños, editores y “reporteros” de los medios de comunicación.
Sin embargo, sigo creyendo que seremos lo suficientemente sabios para decir no a la intervención y sí a la paz.
