Este 13 de marzo el Pacto Histórico define el destino de su historia. Cinco precandidatos de esta colectividad forman parte de la baraja de presidenciables.
En realidad, casi todos están seguros de que Petro sería el elegido. Pero, ¿y si Petro no gana? No por falta de méritos o propuestas políticas; por esas cosas de la democracia.
A Cabal le pasó en su partido. Dejaron con ello al descubierto que todo es posible. Lo mismo le ocurrió a Andrés Felipe Arias, que únicamente le faltó posesionarse del cargo presidencial. Esas cosas de la democracia lo derrotaron.
Pasó con el proceso de paz y con la consulta anticorrupción. Y no olvidemos que con el Titanic pasó lo inevitable.
Entonces, todo puede ser posible, y puede pasar también con Petro. La consulta es libre y antetanto, triunfalismo puede pasar lo impensable.
Quizá no era necesaria esta consulta. Como no lo fue ese plebiscito por la paz. Ya todos sabemos lo que ocurrió. Lejos de fortalecer unos procesos de paz, aceitó la maquinaria que la hizo trizas.
Tanta confianza puede resultar costosa. Sin Petro en la contienda electoral los resultados pueden ser de cualquier índole y tinte político.
No existe razón para esta consulta inoficiosa. Se presenta el riesgo de que las huestes contrarias marquen una casilla que saben derrotable. Y que ante una eventual derrota de Petro, la desesperanza se apodere de sus seguidores.
Y ¿si Petro... no gana?