Reacciones de desaprobación y rechazo generan las encuestas de Ipsos - Napoleón Franco, especialmente las mediciones de intención de voto en Bogotá de julio y septiembre de 2015. Muchas de esas manifestaciones de repudio se hacen sin analizar la encuesta, sin leer la ficha técnica y sin instrumentos estadísticos de argumentación. El fanatismo y la vocinglería de los energúmenos no deja pensar a la galería.
Entonces hagámosle una somera mirada: Para todo el cuestionario se tomaron 600 encuestas y en especifico para la pregunta de intención de voto en Bogotá se tomaron 364 encuestas ponderadas, lo cual indica que es un estudio sin la suficiente representatividad. Igualmente la ficha técnica indica que es un muestreo "no probabilístico" y el tipo de muestreo es "intencional". (Ver ficha técnica).
O sea que los resultados que presenta esta indagación, van en concordancia con la metodología que se utilizó. Para quienes dicen que la encuesta es "amañada" o "manipulada", habría que preguntarles en dónde encontraron las inconsistencias y cuáles fueron los criterios de análisis estadístico que utilizaron para llegar a ese tipo de conclusiones.
Por otra parte surgen varios interrogantes para quienes lanzan improperios contra los resultados que presenta esta firma encuestadora.
Primera pregunta: Si estos que presenta la encuesta Ipsos no son los resultados acertados, entonces cuáles son efectivamente?. Y, mejor aún, cuál encuesta les sirve, cuál aceptan o cuál encuesta es la que les merece mayor confiabilidad? O también, preferimos entonces descreer y prescindir de las encuestas como instrumentos estadísticos para la toma de decisiones en política?
Segunda pregunta. ¿Y si finalmente resulta que las cifras de esta encuesta fueran acertadas y Peñalosa efectivamente recibe en estos días de septiembre la mayor aceptación para la alcaldía de Bogotá?
Esto no es de extrañar porque el uribismo, que tiene al menos el 42 % de la capacidad electoral de Bogotá, le está expresando solamente el 8 % a su candidato oficial Pacho Santos. ¿Dónde está el 34 % adicional?. Ahí se debe contar el respaldo en votos de Marta Lucia Ramírez, quien ya se adhirió y ella obtuvo el 15 % de la votación en Bogotá, en la primera vuelta de las elecciones presidenciales el 30 de mayo de 2014. Y la pregunta complementaria es: ¿qué pasa si Pacho se adhiere también a Peñalosa? Pues que el exalcalde de los bolardos tiene asegurada su reelección al Palacio de Liévano.
Tercera pregunta. Si los resultados no son acertados, pero en cambio aceptamos las cifras que dan otras encuestas, tenemos que convenir que hay triple empate, en el mejor de los casos. Y la izquierda no tiene nada asegurado con ese triple empate, porque fácilmente el 8 % de Pacho Santos inclinaría la balanza si el uribismo decide adherir plenamente a Peñalosa.
Para los intereses de la izquierda, lo mejor es aceptar como verosímiles los resultados de IPSOS y proponer unas estrategias para superar esa tendencia triunfante de Peñalosa. La primera estrategia es intensificar la campaña y conquistar a las mayorías ciudadanas para que nos respalden con su voto el 25 de octubre. La segunda estrategia indudablemente es la de la unidad en una convergencia de todas las fuerzas de izquierda y centro, las independientes, las alternativas, las nuevas ciudadanías, sobre la base de un acuerdo político y un programa de gobierno unitario.
Lo peor es quedarse impasible o vociferando contra las encuestas mientras la derecha amenaza con acabar todos los avances sociales de la izquierda en la capital de la República, el bastión más importante en Colombia de la democracia, la paz y la equidad social.
@LuisOrlandoS
Anexos: Encuesta y ficha técnica - Ipsos. Medición Bogotá septiembre de 2015