Cómo en una novela de suspenso, estamos pendientes del próximo capítulo. Ahora se trata de resaltar el aspecto político tratando de rescatarlo de la farsa que han querido montar los gacetilleros de la prensa amarilla y sensacionalista.
Ahora tenemos a tres nuevos protagonistas: La Corte Interamericana de derechos Humanos, el Secretario General de la OEA, y la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, es decir, actores muy cotizados en la política mundial, y aunque también hay actores nacionales valiosos, en general la prensa parroquial no sale del cuento de que fue el Presidente el que mandó “atarzanar” a la Corte Suprema el 8 de Febrero.
El choque de trenes hay que analizarlo desde el punto de vista político de clase, es decir, buscando los intereses económicos y políticos que se mueven en la tras-escena, alrededor del modelo de desarrollo: un “capitalismo democrático, progresista y humanista” y el crecimiento económico neoliberal, autoritario, fascista, violento y corrupto de los narcotraficantes, a costa del sufrimiento de las mayorías. Esta es la esencia de la confrontación.
Si la Corte pasa de largo estos días la confrontación entre el proyecto democrático y el proyecto fascista se va agudizar mucho más ahora con la participación de los actores internacionales que van a incidir en los diálogos con el ELN, la Nueva Marquetalia y el Estado Mayor Central, que han venido avanzado en la prolongación del cese del fuego bilateral con todos sus problemas contratiempos.
Además, si no hay elección de Fiscal la polarización podría llegar a extremos en otros sectores de la población, rayando incluso en la aparición de un conflicto urbano que podría repetir con mayor amplitud y profundidad, las marchas y concentraciones de 2021 con todas sus consecuencias, pero más impredecibles ahora por el nuevo escenario internacional que estamos viviendo.
¿Cuáles podrían ser los aliados del Gobierno en estas hipotéticas circunstancias? EEUU está de capa caída con los problemas de la guerra de la OTAN contra Rusia en Ucrania, que, aunque el Congreso haya aprobado una “ayuda” multimillonaria, el final de la guerra y la victoria de EEUU son impredecibles.
La tensión con el Gobierno de Venezuela tiende a crecer con las elecciones presidenciales de fin de año, con la candidata de la oposición inhabilitada por la Corte Suprema Electoral, (acaban de expulsar la Comisión de la ONU), lo mismo que con las elecciones presidenciales en EEU con Donald Trump como candidato de los republicanos, ambos candidatos adelante en las encuestas en sus respectivos países.
Además EEUU tiene el problema de la guerra contra los palestinos a través del Estado de Israel, que ha venido creando una resistencia inusitada en las principales capitales del mundo como nunca antes se había visto contra el genocidio de la población palestina, además de la guerra contra el pueblo de Yemen donde hace poco intervino con bombardeos indiscriminados contra la población civil.
Por otro lado el Gobierno Petro podría tener el apoyo de China, Rusia, Irán, Arabia Saudita, India, Brasil (BRICS), o de Venezuela, México, Bolivia, Chile, Honduras, Guatemala, Costa Rica; de tal manera que una guerra interna generalizada por parte del fascismo en Colombia en muy poco probable en estos momentos.
Si intentan desestabilizar al gobierno saliéndose del “golpe blando” a través del Congreso o de la Rama Judicial, pues tocará recurrir a la movilización popular para contener a la reacción fascista que trata de sabotear la aprobación de las reformas democráticas con la fractura del orden constitucional.
Y, en una eventual confrontación de masas, habría que considerar la posibilidad de a una Asamblea Nacional Constituyente para salir de la crisis y volver a la gobernabilidad en las elecciones de 2026.
Elecciones en las que podrían participar del ELN, la Nueva Marquetalia y del Estado Mayor Central, agregando la entrega a la justicia del Clan del Golfo, a través de los acuerdos políticos y judiciales respectivos, y con la participación de un movimiento democrático popular unificado en torno a un programa, una personería jurídica y una lista al Congreso, para lo cual hay que empezar a organizar las coordinadoras municipales, reclamado no solamente una nueva Fiscal, sino también la aprobación de las reformas en el Congreso de la República.
La fechas se hacen urgentes para el movimiento democrático, para el Gobierno Popular y para el PH, pues se sabrá si tendremos nueva Fiscal o continuaremos con la Vice-Fiscal encargada hasta que se dé la preclusión del caso del expresidente Álvaro Uribe Vélez por soborno de testigo y fraude procesal.
Esperemos entonces a que las fuerzas del PH y del movimiento progresista se pronuncien en las calles para celebrar el triunfo democrático, o en su defecto, para ratificar la resistencia civil contra la cooptación de la Corte Suprema y de la Fiscalía por parte del Narcotráfico
Este evento va a definir la disposición democrática de la izquierda revolucionaria, su verdadera vocación de poder, de unidad y capacidad de dirección del Frente Unido por la democracia, pues la lucha por una Fiscal independiente y soberana, sujeta a la Constitución y a la Ley, se ha convertido en el centro de la coyuntura política actual.
Hay que repetir que el problema es eminentemente político y que sus manifestaciones jurídicas no pueden esconder la esencia política de clase, que tratan de ocultar los defensores de oficio del establecimiento, con el fin de dispersar la verdadera causa de la fractura institucional: dos modelos de desarrollo en el escenario nacional.
Las luchas políticas se ganan no solamente con votos, sino con movimientos de masas y con los medios de comunicación, -de los cuales adolece el movimiento popular-y con el despliegue internacional, como lo está haciendo el Presidente Petro no solamente viajando a las regiones olvidadas, promoviendo su programa e invirtiendo en la solución de los problemas más agudos de las comunidades, sino también viajando por el mundo despertando la conciencia de la humanidad sobre el grave problema del cambio climático que amenaza con la extinción del género humano.
No obstante, los grandes gremios económicos, los partidos políticos del establecimiento, las Cortes, los organismos de control, la prensa hablada y escrita, la radio, la televisión y las redes sociales, lo mismo que sectores de la iglesia católica, del ejército, de la policía, y del llamado “Centro Político” - que objetivamente le está jugando a la derecha-, quieren “defenestrar” al Presidente mediante un golpe parlamentario o un golpe judicial, en todo caso para no dejarlo gobernar con el fin de ganar las elecciones para volver a la guerra, al narcotráfico, la corrupción y la violencia.
Así las cosas hay que curarse en salud para enfrentar a una Fiscal “encargada” de la preclusión del expediente Uribe Vélez, y de “defenestrar” al Presidente de la Republica, de donde se deriva la táctica y la estrategia del movimiento democrático y revolucionario de no dejarse aislar por los medios de comunicación del sistema, que van a incrementar la guerra sicológica, el miedo y la incertidumbre, para dividir y dispersar el movimiento democrático y popular.
A esto hay que agregar la situación económica, donde el crecimiento del PIB en 2023 llegó a 0,6%; la ejecución presupuestal, las altas tasas de interés, donde el sector financiero le fue muy bien mientras que la minería creció 2.6%, el sector agropecuario 1,85%, la industria se contrajo en 3,5%, la construcción cayó en 4,2%, y el comercio bajo en 2,8%,
“Para impulsar el crecimiento se requiere continuar con la reducción de las tasas de interés, resolver los cuellos de botella en infraestructura y vivienda y ejecutar el presupuesto” Fedesarrollo.
“Se debe prohijar una política productiva que reduzca drásticamente las tasas de interés para contribuir a que la economía salga de la recesión en que yace. Los empresarios están subutilizando su capacidad de producción y no tienen interés en ampliarla, reflejo a su vez de una demanda agregada debilitada por las condiciones internas y externas. Al parecer, el gobierno no parece dispuesto al aumento de su gasto con suficiente fuerza como para suplir la negligencia de la autoridad monetaria.”
Boicot del empresariado, altísimas tasas de interés, margen de intermediación de los bancos exasperante, costos de insumos de construcción por las nubes debido a factores especulativos; un estercolero total para que al gobierno le vaya mal.
Los empresarios parecen no confiar en las políticas del gobierno como para invertir e impulsar la economía; por falta de confianza, e incertidumbre, la inversión privada se derrumbó en 25%.
Es urgente lanzar una política de reactivación con tres elementos: una reducción más rápida de las tasas de interés, una mejor ejecución de la inversión pública, una política ambiciosa de exportaciones no tradicionales y dar señales claras de confianza.
No se puede esperar a que se deteriore el mercado laboral, ya con síntomas que se pueden agravar, para activar programas agresivos de empleo a través de inversiones oficiales y proyectos público-privados, con recursos de la Nación y de los entes territoriales.
No puede ocurrir que los recursos girados terminen en fiducias en lugar de ser debidamente ejecutados; escandaloso una obra paralizada hace 4 años que tiene $ 1,8 billones en una fiducia y a la que se le entregarían $ 400.000 millones en 2024.
Por eso lo que está en juego es la continuidad del modelo democrático, o el regreso del modelo autoritario, mafioso y violento del neoliberalismo salvaje, que ahora se está manifestando con la polarización en la elección del Fiscal.
Paradójicamente La Corte Suprema de Justicia, es ahora la causa para continuar la denuncia nacional e internacional contra la cooptación del Estado por parte del narcotráfico.
No obstante, las grandes mayorías están ausentes de la política, enclaustrados en la indiferencia y en el abstencionismo, rumiando su miseria del pan coger entre los altos costos de los servicios públicos, de las tarifas del transporte, de los costos de los arriendos, de las tarifas de la educación superior, de los altos precios en los artículos de la canasta familiar; vagando en la zozobra del desempleo y de la informalidad; la gente necesita ver resultados concretos que le permita volver creer en el cambio prometido en la campaña electoral.
Hay que promover la economía a favor de los sectores populares y de las capas medias, con la estabilización de los factores macroeconómicos (tasas de interés, control de la inflación, exportaciones, agroindustrias, deuda externa, déficit fiscal, pobreza monetaria, pobreza multidimensional, compra de tierras, catastro multipropósito, Paz total…y pare de contar.)
Lo que quieren los sectores de la ultraderecha es agotar al gobierno con la elección del Fiscal mientras las reformas pasan a segundo plano, con el ánimo de que la gente se encolerice y enardezca y empiece a buscar un gobierno de “autoridad, seguridad y prosperidad para todos”, para que “que la gente vote verraca”, como en el pasado.
Desenmascarar el narcotráfico dentro de la Fiscalía y dentro de la Rama Judicial, por supuesto, pero también hundir el acelerador en la economía popular, en las políticas de ayudas sociales para los sectores desprotegidos y vulnerables; en la organización sindical y popular.
Están argumentando que Viviana Morales llegó después de 16 meses de haber dejado el cargo Mario Iguarán; que Néstor Martínez llegó 4 meses después de Eduardo Montealegre, y que Mendoza Diago estuvo año y medio como encargado; que Barbosa llegó 8 meses después de la renuncia de Néstor Humberto Martínez; toda una bagatela argumentativa de los medios de opinión que no tienen en cuenta la situación política que estamos viviendo en estos momentos.
Muy parecida a la situación de Guatemala donde recientemente la Fiscalía y el Congreso trataron de impedir la posesión del Presidente electo Bernardo Arévalo tratando de anular las elecciones y de disolver el Movimiento Semilla, partido del nuevo mandatario del país.
Cerramos este capítulo con la siguiente perla: “En medio de las jornadas de movilización convocadas por el Presidente Petro,”Reacción Nacional” publicó un trino en el que se ve un helicóptero sobrevolando el centro de Bogotá con el siguiente Copy : “Magistrados de la Corte Suprema de Justicia tienen que huir en helicóptero (Sic) por el ataque ordenado por el gobierno. Los colectivos y milicias Petristas fracasan en su GOLPE DE ESTADO”.
Más claro no canta el gallo: combinación de las formas de lucha de la oligarquía para no dejar gobernar al presidente y ganar las elecciones en 2026. Así de sencillo.