La cenicienta de Sudamérica que últimamente no le alcanzaba ni siquiera para ganarle a Venezuela está a 2 puntos del cuarto puesto que le daría un cupo directo al Mundial de Fútbol de Catar en 2022.
Precisamente un triunfo de visitante frente a Venezuela lo pondría como favorito a clasificar por segunda vez a un mundial dejando en el camino a encopetadas selecciones como Uruguay, a la misma Colombia, Paraguay, Chile o Perú.
No es descabellado, pues si gana el clásico de coleros, después le quedan 3 partidos, dos de ellos de local.
Mientras la otras selecciones se juegan la vida entre ellas, a Bolivia le corresponde la prácticamente desahuciada Chile, a uuna hasta muy pobre Colombia (el juego que nos puede sacar del mundial) y en el último partido con la ya clasificada Brasil.
No la tiene fácil, pero sería una lección de humildad para las federaciones sudamericanas que pretenden vivir del prestigio que le dieron grandes figuras del pasado y nunca se preocuparon por una renovación invirtiendo en divisiones menores.