La obra que se adelanta a la entrada de Cartagena frente al túnel de Crespo incluye siete espolones en espigón de 90 metros con una protección marginal consistente en una pared debajo de la arena, para sostener las playas que se generarían por la obra.
El barrio de Crespo está en una zona erosiva, por lo que requiere de una protección adicional como un escudo para resguardarlo ante el embate de un eventual coletazo de algún feroz huracán, de esos que destrozan todo a su paso, más arriba en el Caribe, tal como ocurrió en noviembre de 1999 que el mar amenazó terriblemente al barrio.
El diseño original de Carinsa incluye tres componentes fundamentales, a saber: los espolones, la protección marginal y un relleno hidraúlico, no incluía las bolsas de geotextil a que se refiere la gerente del Consorcio Vía al Mar en su reciente nota.
Los espolones originales son todos en rocas, no en las bolsas de geotextil supuestamente tan fuertes, que se las ha llevado el mar (ver foto) que la señora gerente aclara que son obras adicionales, como si el diseño original no hubiese sido suficiente. Habrá que ver si el diseño se construyó tal y como lo hizo inicialmente Carinsa, prestigiosa compañía cartagenera fundada por el bien recordado exalcalde Rizo y hoy a cargo de su hijo Santiago.
Lo que entendemos que ocurrió fue que al hacer los rellenos hidráulicos, un mar de leva se llevó el material y la Capitanía del Puerto no podía dar permiso para continuar dragando, por lo que ellos se idearon los geotubos o bolsas que están poniendo, solución que la Capitanía aceptó en su momento.
Claro que son vitales los espolones para Crespo, por eso soy la primera en desear que estos se conviertan en el supuesto modelo o ejemplo para toda la ciudad, a seguir por las obras que según la antes mencionada gerente, pronto contratará el Estado para proteger a Cartagena (ojalá sea verdad tanta belleza).
Lo cierto es que el Consorcio debe explicar a la ciudad, a la Contraloría y a la Procuraduría, lo siguiente:
- Si el diseño que se construyó es el original de Carinsa.
- Si el método de construir los dichos espolones fue el recomendado por Carinsa.
- Cómo va a quedar el acceso de la playa al mar, no sea que tengamos una peligrosa inclinación que cause posteriores muertes por ahogamiento que tengamos que lamentar.
- ¿Qué pretenden con las tales megabolsas, crear piscinas con olas, o…?
Al mar hay que tenerle gran respeto, hemos aprendido quienes hemos crecido en sus orillas, y no le gusta que modifiquen su naturaleza por lo que hay que hacerlo con mucho respeto y profesionalismo para evitar que regrese enfurecido.
¿Será esta otra prueba de que el tal Consorcio no tenía experiencia para construir a la orilla del mar?
El Consorcio ha debido explicar ante organismos especializados como la Sociedad de Ingenieros y Arquitectos de Bolívar —Siab— y Camacol, sobre los detalles de la obra, los cambios de diseños si los hubo, así como un informe periódico de su ejecución; pero muchos ingenieros cartageneros se quejan de que han hecho obra tan importante, a espaldas de la ciudad.
La máxima que escuché fue que cuando vino el Consorcio a presentar la obra en la Siab, y los ingenieros hicieron críticas, uno de los señores dijo en tono prepotente: “eso es lo que se va a construir y siendo un ‘regalo’ de la nación, si no lo aceptan, se llevan la plata para otro lado”. Me cuentan que mi querido amigo Pepe Villadiego q.e.p.d., se puso furioso, de levantó y salió vestido con su habitual ropa kaki, se fue diciendo que eso era una falta de respeto para con Cartagena.
COLETILLA: Cuando ya estaba escrita esta nota he sido invitada por el Consorcio Vía al Mar para visitar la obra, lo que atenderé por educación este jueves en la tarde acompañada de un reducido grupo de amigos expertos y simples cívicos como yo, aunque creo que es a entidades como la Siab y Camacol, a quienes deben invitar.