Bogotá es la ciudad con más casos confirmados de Covid- 19 en el país. El aislamiento en casa es la recomendación más importante. Sin embargo, hay muchos que no tienen un hogar para protegerse.
45 de los 108 casos reportados hasta el momento en Colombia están en Bogotá. A partir de mañana inicia el simulacro de aislamiento preventivo en la capital. Durante cuatro días los ciudadanos permanecerán en casa para contener los efectos del Coronavirus, y prepararse en caso de que se adopten medidas de confinamiento más drásticas. Se espera que las calles estén vacías, pero la situación se complica para aquellos que no están rodeados de cuatro paredes.
En un censo realizado por el DANE, en 2018 habían 9.538 habitantes de calle en la ciudad. No es difícil suponer que esa cifra ha aumentado en los dos últimos años, si tenemos en cuenta factores como el incremento del desempleo y el problema migratorio. Así las cosas, el número de personas sin hogar en la capital se traduce en una población considerable, la cual está mucho más expuesta a los efectos de la epidemia Global.
Las medidas anunciadas por el Gobierno de Bogotá
Xinia Navarro, secretaria de Integración social anunció que se van a tomar medidas para atender a la población que habita los espacios públicos. De acuerdo con las declaraciones, los habitantes de calle pueden aislarse voluntariamente en los Centros de Atención que el distrito tiene para esta población. Además, según el organismo de gobierno, se están implementando acciones pedagógicas de hábitos de vida saludable, como jornadas frecuentes de lavado de manos.
A pesar del anuncio de las medidas mencionadas anteriormente, los ciudadanos que circulan y trabajan en los sectores con mayor concentración de habitantes de calle en la ciudad no han visto que se lleven a cabo estas acciones. Yamile Ochoa, propietaria de un restaurante en el sector de la Jiménez, aseguró que le preocupa que estas personas puedan contagiarse y contagiar a los transeúntes. Además, dijo que no se están tomando ningún tipo de precauciones. “Yo nunca he visto que todas personas que duermen aquí se laven las manos. Eso es un peligro para ellos y para todos. Y aquí nadie dice ni hace nada”
La ideas de un habitante de la calle sobre el Coronavirus
José Arturo Gutiérrez tiene 47 años y ha pasado 10 viviendo en las calles del Centro de Bogotá, suele dormir en una esquina de la calle 22 con carrera décima. Hace apenas un par de días se enteró de la situación del Coronavirus en Colombia. “Yo sabía que en Estados Unidos había 3000 personas con ese virus, pero yo pensé que era solo por allá. Hasta antier me di cuenta de que en Colombia ya estaba ese virus”, indicó el hombre.
Hasta el momento, José no ha recibido ningún tipo de ayuda ni orientación respecto a esta situación. Pese a las precarias condiciones de sanidad en las que habita, las cuales constituyen un importante factor de riesgo en la propagación del virus, el hombre aseguró que nadie se ha acercado a alertarlo sobre lo que puede hacer frente a esta crisis. “No sé que podemos hacer nosotros con lo de ese virus. A mí no me han dado explicaciones ni ayuda por ningún lado” afirmó.
El lavado de manos y la limitación del contacto físico han sido las advertencias más recurrentes por estos días, pero en las calles no existen los medios necesarios para tomar acatar dichas recomendaciones. “A veces me lavo las manos, no todas las veces. No siempre puedo” señaló José. Sin organismos de atención ni medios suficientes para implementar medidas sanitarias urgentes, la situación solo podría seguir empeorando.
Hay que tener en cuenta que también hay adultos mayores que hacen parte de la población que vive en las calles, y que en caso de contagio, existen limitaciones evidentes para un tratamiento eficaz. Para personas como José el futuro casi nunca se contempla y la expectativa de vida es muy corta. “Lo único que yo pienso es que yo alcanzare a vivir 3 o 4 años más, y eso que me estoy dando mucho tiempo” dijo el hombre.
En cuanto a sus creencias acerca de lo que va a pasar con el Coronavirus en Colombia, José cierra la conversación con una frase simple pero concreta. “En Colombia ya estamos graves. El único que nos puede salvar de esto es Diosito”. Concluyó.