Las decisiones que han tomado nuestros gobernantes sobre el manejo del COVID-19 me recuerdan a la primera Ley de Murphy “nada dura para siempre, así que en algún momento todas las piezas de una máquina se romperán”. La cuarentena (nada dura para siempre) en Colombia inicio el 24 de marzo con 378 casos y con corte al 29 de mayo ya había 28.236 confirmados. Los últimos Decretos expedidos por el gobierno nacional la flexibilizaron a partir del mes de junio (… las piezas de una maquinan se romperán).
Desde hace dos meses siempre he escuchado a los sabios de la salud que se debe aplanar la curva y hoy no se aplana ¡continúa creciendo! lo que significa que los casos de infectados por COVID-19 seguirán en aumento ¡no sabemos a cuantos fallecimientos nos enfrentaremos! Lo que se hizo fue dar tiempo a preparar el país en lo hospitalario aumentando la cantidad de Unidades de Cuidado Intensivo (UCI), el número de ventiladores y la infraestructura contingencial ¡ya que nuestras redes hospitalarias no estaban listas para la pandemia! Espero que este lapso en realidad haya servido en la preparación.
Ahora si viene lo complejo y es cuando los individuos y las familias nos deberíamos cuidar mejor. Sin embargo, las personas escogen entre dos situaciones: la primera, infectarse por COVID-19 con una letalidad del 2% al 4%, dependiendo del grupo etario al cual pertenece ¡toda una lotería! Y la segunda, poder salir a rebuscar el sustento diario para comer y no morir de hambre, por la paradoja del empleo informal. Definitivamente “si hay dos o más maneras de realizar algo y una de ellas puede resultar en una catástrofe, alguien se decidirá por esta", otra vez Murphy.
Estoy seguro de que el gobierno nacional tomo la mejor decisión con la cuarentena, sin embargo, los efectos negativos económicos se han empezado a sentir como el aumento de la tasa de desempleo en abril llego al 19,8% (DANE), la disminución de la actividad económica del país se prevé que el Producto Interno Bruto (PIB) caiga un 4,6 % en 2020 (Banco Mundial) y los de la salud llegando a 890 fallecimientos al 29 de mayo. Definitivamente junio y julio serán los meses de máximo riesgo para contagiarse y probablemente morir por esta pandemia.
Lo peor del COVID-19 esta por venir en cuanto a la salud y lo económico, a falta de un mal dos son suficientes.
Dios nos ampare.
Ariel Emilio Cortés Martínez MD, PhD en Epidemiología y Salud Pública Universidad Rey Juan Carlos de España. Profesor Asociado Programa en Administración de Salud, Pontificia Universidad javeriana.