Recientemente observamos atónitos cómo se condecoró a la ingeniera colombiana que labora de manera destacada en la Nasa, amén de la capacidad intelectual de esta avezada mujer de origen colombiano.
Por varias décadas los economistas y líderes de gobierno han creído que la mejor manera de ahorrar en nuestro país es en dólares y oro, y aleluya de las reservas internacionales ...
Siguiendo modelos preexistentes, algunos países crean reservas en metales preciosos o en monedas extranjeras... Colombia no es la excepción...
¿Y si cambiáramos eso?, ¿si decidiéramos que nuestras nuevas reservas serán las mentes de nuestros jóvenes?, ¿si creáramos un modelo de desarrollo donde evitáramos la fuga de esas mentes brillantes que, absorbidas no tanto por mejor remuneración, sino por apoyo a su desarrollo profesional, migran?
Y diremos, como en décadas pasadas, es el deber del Estado proveer las condiciones dignas de empleo y desarrollo en infraestructura para que algún día nuestros jóvenes encuentren las condiciones adecuadas para crecer en nuestro país... (los modelos económicos y administrativos suramericanos han fracasado) ….
¿Y si primero, antes de puentes y vías, creamos las condiciones para que esa clase de mentes brillantes no migren? ¿Y si consideramos nuestras nuevas reservas en las mentes de nuestros jóvenes? Antes de trasladar recursos inoficiosos a entes paquidérmicos, ¿por qué no replantear la manera de mantener nuestro oro, multiplicándose y creando valor agregado aquí en nuestro país?
Y perdimos el oro, lo estamos perdiendo y será nuestro fracaso, pues permitimos que nuestro mayor baluarte no tenga el apoyo en nuestro país para convertirse en la verdadera reserva económica. ¿Qué hacer?