Si alguien representaba la bondad absoluta era Quino y sus personajes. Si, claro, a partir de una niña que detestaba la sopa el caricaturista argentino supo hacer una de las más mordaces críticas a los políticos, la contaminación, la televisión, el sistema, en una época en donde todos callaban bajo la opresión de una dictadura tan feroz como la de Videla.
Quino nos pertenecía a los Latinoamericanos y fue tanto el amor que sentimos que creíamos que era inmune a la muerte. Sabíamos que tenía Alzheimer, que venía disminuído por los achaques de sus 88 años. Pero se murió en el momento menos esperado.
El dolor es continental, las redes se llenaron con un dolor silencioso, profundamente triste y desolador:
Ayer fue el cumpleaños de Mafalda. Hoy, Quino se despide de esta realidad. Adiós al enorme Quino.
— Hernández (@monerohernandez) September 30, 2020
No hay curita para el alma. Hasta siempre, Quino. pic.twitter.com/kfyKprmoY9
— María Antonia Pardo (@NanyPardo) September 30, 2020
"¡¡Qué horror!! ... ¡Soñé que todos los pobres del mundo se habían extinguido y que para sobrevivir no teníamos otra solución que empezar a explotarnos unos a otros entre toda la gente como nosotros!"
Hasta siempre Quino pic.twitter.com/IOK8J4tYyL
— Juan Manuel Karg (@jmkarg) September 30, 2020
Tanta realidad en una sola caricatura: Mafalda.
Adiós Quino. pic.twitter.com/b6FVufPqKh
— Andrès Hernández 🏳️🌈 (@AndresCamiloHR) September 30, 2020