Para este momento se acerca el fin de la primera legislatura de este año. El 20 de junio próximo.
Y es un momento crítico para las reformas sociales que se tramitan en el congreso.
Este trámite, se desarrolla después de una extraordinaria movilización social del pasado 7 de junio, donde un sector significativo de la población se volcó a las calles en todo el país, a respaldar el gobierno del cambio del presidente Gustavo Petro y sus progresivas reformas sociales.
Esta movilización contó con la presencia en plena marcha del mismo presidente Petro quien además realizó un extraordinario discurso desde una tarima que se instaló frente a la Casa del Florero a la entrada de la Plaza de Bolívar, donde resumió la situación política que vive el país en una crisis planeada y montada por la fiscalía contra su gobierno, en lo que no dudó en llamar como parte de una estrategia de un golpe de estado blando, crear un clima de ingobernabilidad y de contera generar una condición que permita obstaculizar la plena aprobación de las reformas sociales.
Saludando la movilización social llamó el presidente de Colombia a profundizarlas y llevar acabo asambleas populares que dinamicen el compromiso y el respaldo al gobierno y sus reformas.
En el Congreso, los parlamentarios del establecimiento neoliberal y la extrema derecha, a saber, los partidos de la U, conservador, liberal, Cambio Radical y el Centro Democrático, han determinado un paro parlamentario encaminado a no discutir ni aprobar las reformas.
Esto ha limitado la posibilidad de que en esta legislatura se puedan aprobar dichas reformas, como inicialmente lo consideró el gobierno cuando las presentó. Al máximo, tal como están hoy los asuntos en el Congreso, serán aprobadas en solo uno de los cuatro debates que deben tener para ser ley de la república cada una. Y eso que hay mucha desesperanza para la reforma laboral.
La reforma a la salud que sufrió una traumática aprobación un su primer debate en la Comisión Séptima de la Cámara, no ha podido ser discutida en su segundo debate en la plenaria de la Cámara, por el paro parlamentario de los partidos ya anotados. La reforma a la salud elimina la intermediación financiera y laboral y fortalece la atención primaria en salud.
Se destaca en la reforma pensional el fortalecimiento de Colpensiones al asegurar que el 86 % de los cotizantes le aportan, y la creación del pilar solidario y contributivo y la pensión anticipada
La reforma pensional ha logrado a última hora aprobarse en su primer debate, con constancias sobre varios artículos que trasladan su discusión a los próximos debates. Esas constancias están entre otras, sobre la definición del umbral de tres salarios mínimos. Es una línea roja para el gobierno ante la arremetida de los fondos privados que solo aceptan de un salario mínimo y algunos parlamentarios que dicen entonces que dos. Reducir el límite de la transición de 1000 a 780 semanas de cotización para estar en el nuevo régimen y para señalar otro significativo, la proposición que promueve la CUT y Colpensiones, de que quienes estén hoy en Colpensiones se les debe mantener su expectativa legítima de mantenerse allí, así supere los tres salarios mínimos y por tal pensionarse por el total de sus aportes en el régimen de prima media. Se destaca de esta reforma el fortalecimiento de Colpensiones al asegurar que el 86 % de los cotizantes le aportan, y la creación del pilar solidario y contributivo y la pensión anticipada.
Y sobre la laboral, en este momento se mantiene el paro parlamentario que no ha permitido su avance aprobatorio. Allí se contempla la estabilidad laboral y la reducción de la tercerización, recuperar nocturnos, dominicales y festivos, y el contrato laboral de los aprendices, la regulación del trabajo doméstico, rural y de repartidores así como las plenas libertades sindicales de asociación, negociación y huelga.
En conclusión, el proyecto político por el que votó la mayoría de lo colombianos el pasado 19 de junio es saboteado por la rancia abolenga oligarquía colombiana con más de 200 años de privilegios que profundizan la desigualdad.
Ante ello, debe profundizarse la movilización social por el cambio.
Posdata: las elecciones territoriales del 29 de octubre serán un nuevo pulso entre lo viejo y rancio y lo nuevo y el cambio.
Twitter: fabioariascut