Últimamente en Colombia se ha hablado mucho del aborto, por el polémico caso de la mujer que abortó su hijo, quien tenía siete (7) meses de vida, esto contra la voluntad del padre, tal vez saltando lo dicho en la sentencia C355 DE 2006, la cual establece tres (3) causales, como son: i) cuando está en peligro la vida de la madre, ii) cuando hay mal formación del feto y iii) cuando el embarazo es producto de una violación. Lamentablemente en Colombia este tema no ha sido regulado por el congreso de la República, solo se habla de la sentencia del Corte, donde se ha generado un vacío jurídico, en cuanto a qué tiempo se puede abortar, desde mi punto de vista un aborto a los 7 meses es un homicidio.
Nos encontramos con solicitudes de dirigentes, de organizaciones como Profamilia, que piden la despenalización total del aborto, y es donde decimos que las mujeres tienen derecho sobre su cuerpo, pero sobre la vida que hay en su vientre ¿quién manda? Me he encontrado cantidad de personas que me han manifestado: que caigo en ignorancia, que hay derechos adquiridos, observo gran parte de la sociedad reduciendo el sexo a una necesidad como comer o dormir, o que dice que vienen niños aguantar hambre.
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No podemos caer en el juego de las redes sociales, en el de los grandes intereses económicos que generan este procedimiento. Debemos formar nuestro propio concepto.
Soy crítico del aborto y la ciencia ha demostrado que a las doce (12) semanas el feto responde a estímulos, su corazón presenta pulsaciones, se están desarrollando diferentes órganos del cuerpo, estamos en la presencia del milagro de la creación y se requiere que nos unamos en torno a la vida, no podemos que el circulo doble moral que nos permite proteger un toro, nos permita gritar si al aborto.
El Congreso de Colombia debe reglamentar el aborto, revisar los antecedentes en Colombia, pero no es solo mirar este aspecto, es revisar un conjunto de temas transversales como lo es la prevención de enfermedades de transmisión sexual, la violencia contra la mujer y los derechos que adquiere el bebé que se empieza a formar en el vientre de su madre, así como la planificación en el hombre, desde utilizar un preservativo hasta la vasectomía, el compromiso no es solo de las mujeres.
Recomendaría a las personas que piden despenalizar por completo el aborto, que no miren el tema desde el punto de vista de presuntos derechos, o desde lo religioso, que observemos desde la prevención de enfermedades de transmisión sexual, el respeto hacía nuestro cuerpo, siendo el sexo una expresión de amor, no un juego de riesgos donde digamos: ¿qué puede pasar después del acto?, nuestro cuerpo es maravilloso y pasó por lo mismo que pasa la criatura que llevas en el seno y lo más importante: el preservar a vida.
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