En estos días he visto con emoción el aumento progresivo de la participación de las mujeres en el mundo del vallenato, específicamente en el reciente festival vallenato y en el concurso EVAFE, que está dedicado exclusivamente a la participación femenina.
Está opinión la comparten expertos en la materia que ven un entusiasmo de las mujeres en el acordeón, la guacharaca y el canto en los últimos años, sorprende la temprana edad en la que están incursionando.
Ahora bien, ¿Por qué no hay otra Patricia Teherán? O la que podría considerarse su más inmediata sucesora, ¿Por qué no hay otra Adriana Lucía?
Si bien la ola de nuevas generaciones está marcando paso para expandir la experiencia del vallenato a otros niveles, hace falta un detalle, y es la falta de compositoras.
En alguna entrevista Patricia Teherán reconoció que sus canciones no necesariamente las componía ella, a veces eran obra de amigos de la música, quizás eso no es lo verdaderamente importante, el punto es que las canciones eran inéditas en el sentido de que eran ellas y sólo ellas las exponentes de sus propias canciones, que en última instancia es lo que las caracteriza.
Falta entonces animar a esas nuevas generaciones de mujeres del vallenato a que se inspiren e inicien una nueva ola de compositoras que marquen la diferencia.