Después de dos meses y medio de completo aislamiento, la ciudad, que alberga 11 millones de personas, volvió de nuevo a las calles sin abandonar las medidas de distanciamiento social que se adoptaron para detener la propagación del brote. Wuhan vuelve a la vida, pero no a la normalidad.
Un optimismo moderado se respiró en una Wuhan que volvió a la vida después del confinamiento. "Necesitamos mantener la calma y ser tan cautelosos al final como al principio", declaró en una conferencia de prensa el vicegobernador de provincia Hubei, (que tiene a Wuhan como capital) Cao Guangjin, el miércoles.
Y aunque el Gobierno chino, (cuestionado por su transparencia en el manejo de la información sobre el virus), reportó solo tres nuevas infecciones confirmadas en los últimos 21 días en Wuhan y solo dos en las últimas dos semanas, a nivel mundial la tendencia confirma que lejos de ralentizarse, el virus crece.
Según el rastreador de la Universidad Johns Hopkins, la cifra de contagios en el mundo llegó a 1.434.426. Estados Unidos, nuevo epicentro del brote y país que acumula el mayor número de infectados alcanza los 399.929 y en el resto del continente, "la pandemia se está acelerando", según la Organización Mundial de la Salud. Pero en Europa, la OMS dice que la situación "todavía es preocupante" así como en regiones distantes como Medio Oriente.
Así volvió Wuhan a la vida, luego de levantar el confinamiento
Después de convertirse en el paciente cero del virus en el mundo, las autoridades de la ciudad epicentro del nuevo brote de coronavirus, decidieron poner fin al aislamiento de 76 días impuesto el pasado 23 de enero para hacer frente al Covid-19.
Este fue el último paso de una serie de restricciones que gradualmente se fueron levantando. "Voy a ver a mis padres", dijo Wang Wenshu mientras esperaba para registrarse en el aeropuerto Tianhe de Wuhan, que volvió a funcionar el 7 de abril. Pero la ciudad se abrió para quienes venían de afuera el 28 de marzo y los establecimientos comerciales reanudaron su actividad dos días después.
Las autoridades mantienen las medidas de distanciamiento social en la ciudad. Además, se ha instado a los residentes a que no abandonen la provincia de Wuhan o Hubei, o incluso su vecindario, a menos que sea absolutamente necesario. Así Wuhan vuelve a la vida, pero no a la normalidad, la cotidianidad previa al virus aparece como un recuerdo del pasado, por ahora. Pero el riesgo no se ha ido. Los nuevos casos importados en la provincia norteña de Heilongjiang aumentaron a un máximo diario de 25, impulsados por una afluencia de viajeros infectados que cruzan la frontera desde Rusia.
Con esta apertura llegó también la de la planta del fabricante de automóviles japonés, Honda, que está ubicada en esta ciudad y que el año pasado lanzó al mercado 800 mil autos. Con puntos de control de temperatura y manteniendo la distancia de un metro entre un empleado y otro, el fabricante regresó a los niveles de producción en que quedó antes del virus.
Alrededor del 98% de sus 12,000 trabajadores ya habían vuelto y estaban dedicando tiempo extra a compensar la pérdida de producción de Honda, que empezó a reanudar la operación por etapas desde el11 de marzo.
"Tenemos muchos clientes que esperan automóviles, por lo que esta semana hemos acordado que cada trabajador trabaje 1,5 horas más", dijo Li Shiquan, director asistente de la planta de ensamblaje, que agregó que un turno típico era de ocho horas.
De acuerdo a las cifras oficiales, más de 50,000 personas en Wuhan fueron infectadas y más de 2,500 de ellas murieron. Esta ciudad albergó alrededor del 80% del total de fallecimientos en China.