En una anterior columna publicada en este mismo portal llamé la atención sobre la coherencia del alcalde William Dau, al ver que en su equipo de empalme figuraban reconocidos personajes del uribismo como el Mello Otoya y el Almirante Bacci, razón por la que le pedía coherencia al nuevo mandatario. La conducta del alcalde la entendí cuando en su página Let's Save Cartagena leí que él no era de izquierda de centro o de derecha... luego apareció la foto con Iván Duque.
Mis preocupaciones no solo se mantienen, sino que aumentan, debido ahora a la gran influencia que comienza a tener la élite empresarial cartagenera sobre William Dau y sus decisiones políticas, además por la presencia en su equipo de trabajo de funcionarios de administraciones pasadas que han sido y siguen siendo investigadas por parte de las autoridades judiciales y de los organismos de control.
El nombramiento de la exdirectora de Fenalco Mónica Fadul como gerente de la ciudad es un indicador de la incidencia que tendrán los gremios sobre la administración Dau. El pronunciamiento de Fenalco Bolívar a raíz del nombramiento de Fadul deja ver la complacencia del gremio de los comerciantes por tener a una de sus fichas más representativas cogobernando la ciudad.
Además de Fadul, aparecen nombres como el de Verónica Monterrosa, directora Ejecutiva del Consejo Gremial de Bolívar (la poderosa entidad que agrupa a la élite empresarial de la ciudad), nombrada por Dau como coordinadora de despacho del alcalde durante el empalme; Alejandra Herrera, designada coordinadora de empalme de Educación, quien representa los intereses de Fundación Mamonal; y José María Vélez, alto directivo de Surtigas, conglomerado de Sarmiento Ángulo.
Así las cosas, todo parece indicar que serán los grupos económicos los que marcarán la pauta en el gobierno de William Dau.
Y así ha sido siempre. Todos los alcaldes anteriores han gobernado de la mano con los gremios y en favor de sus intereses. Prueba de esto son los líos judiciales que aún atormentan a la exalcaldesa Judith Pinedo y a su secretaria de Hacienda Vivian Eljaiek por la venta irregular de playas del Laguito al grupo económico dueño del Hotel Dann.
Por cierto, la cuestionada exalcaldesa Pinedo, investigada por estos días por la Contraloría por detrimento patrimonial en el Dadis cuando fue alcaldesa, es una de las que se viene reencauchando con William Dau, poniendo dentro de su equipo de trabajo a alfiles de su confianza y que fueron parte de su administración, como Adelfo Doria, exgerente de Espacio Público, un claro persecutor de los vendedores informales de la ciudad.
Vale la pena preguntarse por el viaje de William Dau a España en compañía de la crema y nata de los poderosos gremios económicos de Cartagena. La comitiva la encabezaba Viviana Eljaiek, exfuncionaria de Judith Pinedo mencionada arriba, y actualmente gerente de la Andi Bolívar. La Andi ha sido muy activa en favor de William Dau después del 27 de octubre, comenzando por su jefe máximo, Bruce Mac Máster.
William Dau ha dicho que su gabinete será escogido por él, a través de una empresa cazatalentos, proceso sobre el cual mantengo mis dudas pues aún no se conocen los procedimientos de selección del personal y la idoneidad de la empresa que los escogerá. No se sabe qué pasará allí. Sin embargo, los grandes cacaos económicos saben que tendrán mucho que ver en la administración entrante, independientemente de quienes compongan el equipo de gobierno del alcalde Dau.
Lo preocupante es que la agenda de ciudad sea la que la élite empresarial imponga, lo que no es de extrañar, más aún si estamos frente a un alcalde que dice no tener ideología, y que se siente complacido de tenerlos en su entorno más cercano. Esto también sería un golpe a ciertos grupos de los autodenominados alternativos que apoyaron a Dau y que tienen expectativas en el nuevo gobierno. Este puede ser otro gobierno más de los empresarios, como todos los anteriores, eso sí, bañado con un barniz alternativo, y con uno que otro personaje de la izquierda al lado de Dau para la foto.
Temas como el corredor de Carga y la Quinta Avenida de Manga, los peajes, la prórroga del alumbrado público cuya concesión se vence el 4 de enero de 2020, entre otros proyectos de envergadura para la ciudad en los cuales el sector privado tienen sus ojos puestos, serán una prueba de fuego para William Dau.
El pasado 27 de octubre más de ciento diez mil cartageneros votaron por un cambio, esperemos que el nuevo alcalde de Cartagena mantenga la coherencia que tanto pregonó en la campaña y sea un gobierno independiente. Dejarse imponer la política de la élite empresarial, significa que nada va a cambiar para la ciudad y que todo seguirá igual, y quizá peor. Para nadie es un secreto que los todopoderosos gremios son los dueños de la ciudad y que están detrás de los grandes negociados que vienen para Cartagena. Ellos han gobernado a Cartagena con alcaldes corruptos a bordo, así ha sido; son el poder detrás de los alcaldes.
Las élites económicas no tienen amigos sino intereses y todos los alcaldes anteriores, incluyendo los que posaron de alternativos como el de Judith Pinedo, fueron cooptados por los gremios. No les importa quién sea el que esté de turno, lo que necesitan estas elites es contar con un alcalde que le sirva a sus calculados intereses y eso me temo puede volver a ocurrir con William Dau si no mantiene su independencia.