En 40 locales en Bogotá se consigue desde $15 mil ropa gringa de segunda que llega en contenedores en tan buenas condiciones que todos se sienten estrenando
La mayoría de clientes de las tiendas de ropa usada esperan a que los locales estén vacíos para entrar.
Eliana Giraldo es dueña de Mercado Internacional, así se llama su negocio, uno de los veintidós locales que hay sobre la carrera 14a, entre las calles 59 y 60.
—La ropa usada es un buen negocio, claro que antes era mejor que ahora— dice Eliana, la dueña de uno de los locales de segunda.
Después de aprenderlo todo no dudó en aceptar un local que le estaban ofreciendo por cinco millones de pesos de aquellos años 90.
Lo que se había sido un negocio durante las decadas pasadas ahora se convirtió en un negociazo de moda circular.