La situación de hambruna y miseria que afecta dramáticamente al pueblo Wayuu, podría en cierta medida iniciar procesos de mitigación e incluso de erradicación a través del apoyo a las mujeres Wayuu artesanas más pobres por parte de quienes admiran su trabajo artístico/artesanal. Muchos estudios sobre cómo invierten las mujeres el dinero que ganan, refleja que lo invierten en sus familias, en alimentación para sus hijos e hijas y en educación, al mismo tiempo que invierten en sus propias formas de economía para poder sobrevivir. Estos apoyos no pueden seguir siendo de emergencia, se tiene que pensar en estrategias que sean sostenibles, autónomas y que además generen autosuficiencia.
Éste artículo publicado hace más de un año y cuyo título original era "Susu Wayuu, Mochila Wayuu, Wayuu Bag: así se ‘roban’ el patrimonio cultural Wayuu", fue publicado recientemente por el portal de periodismo independiente Las2Orillas. En menos de una semana de publicación en este portal, ha tenido más de 30.000 visitas de personas interesadas en el tema. He recibido muchos mensajes, algunos hace un año, reafirmando amenazas y después, la misma persona, mostrando arrepentimiento por su proceder. La mayoría de los mensajes los he recibido ahora y estos han sido de intermediarios que insisten en que "ayudan" a las mujeres Wayuu por el simple hecho de comprar las artesanías "al precio que piden" las artesanas, otros mensajes, han ofrecido apoyo para iniciar procesos legales y finalmente otros han preguntado cómo se puede transformar la situación.
El valor digno por el día trabajo de cada una de las mochilas elaboradas por cada artesana, ajustándonos al sueldo mínimo colombiano, sería de $21,479 COP, pesos colombianos que en dólares corresponde a $8,40USD, lo que se traduce en que si una mujer Wayuu toma 20 días en hacer una mochila, el valor real de una mochila es de $429,566 COP, es decir $168USD. Pero la realidad es que a las mujeres se les paga un valor que ha sido impuesto por las cadenas de consumo, al mismo tiempo que se les exige una alta calidad de mochilas o por el contrario, la mínima calidad. "Una mochila wayuu, elaborada en lo que en castellano se conoce como de doble hilo, que no es otra cosa que un hilo grueso de menor calidad que permite que una mochila esté terminada en menos de 5 días, vale entre 30.000 y 60.000 pesos colombianos (15 y 30 dólares estadounidenses); es decir, que la artista wayuu recibe entre 3 y 6 dólares diarios por su trabajo. Una mochila tejida con hilo fino, de alta calidad, en la que la artesana se demora 20 días para dar más de 3.000 anudadas de crochet, es vendida entre 80.000 y 120.000 pesos (40 y 60 dólares), lo que significa que la artesana recibe entre 2 y 3 dólares diarios por su trabajo."
Tenemos una propuesta que más bien es un experimento: En mayo se conmemora el mes del comercio "justo". ¿Qué tal si en mayo, nos ponemos en contacto directo con una artesana Wayuu para pagarle directamente un valor digno por su trabajo que corresponda al menos a 10 días de salario mínimo colombiano? Si al menos se pagara a las artesanas la cantidad correspondiente a $230,00COP que equivalen a $90USD, podríamos hablar no de ayudas, sino de apoyos verdaderos y además estaríamos cambiando la historia del comercio justo a comercio digno y equitativo.
Si les interesa participar en “El Experimento Wayunkerra”, por favor viralicen el mensaje, sígannos en twitter @Wayunkerra y suscríbanse al canal de youtube para que podamos iniciar con una “videorecaudación”. Todos los fondos que se recauden con sus visualizaciones, serán destinados a llevar la oportunidad a las mujeres Wayuu artesanas de cambiar la historia de nuestro pueblo.
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Si “El Experimento Wayunkerra” funciona, habremos cambiado la historia de nuestro pueblo, si no, lo seguiremos intentando.
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