Así es, tal como lo han venido anunciando las autoridades gubernamentales: el Fenómeno del Niño (ENSO, sigla en Inglés) tiene probabilidad de ocurrencia en Colombia del 90%. Este dato lo entregó el pasado 13 de diciembre la agencia NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration), entidad del departamento de comercio del gobierno de Estados Unidos.
La llegada del Fenómeno del Niño se traduce en falta de aguas lluvias, en una alta sequía, mucho sol, pocas nubes y mayor radiación de rayos UV. Las consecuencias que trae esta situación se reflejan en los siguientes problemas:
- Una reducción bastante dramática en los niveles de los grandes ríos de Colombia, lo cual incide en la pérdida de almacenamiento de los distintos embalses que alimentan las hidroeléctricas del país, las cuales suministran el 75% de la energía total que se consume en Colombia (recordemos que el otro 25% es alimentado al sistema de transmisión nacional por energía térmica, fundamentalmente alimentada con gas natural y carbón). O sea, al tener un mayor despacho de las plantas térmicas, tendremos unos costos del componente G ( Generación ) en la tarifa de energía eléctrica que pueden sobrepasar el precio de escasez y llegar a costar la tarifa total hasta el doble de lo que vale en condiciones normales. En este punto veremos si la tan cuestionada planta de regasificación instalada en Cartagena hace más de 2 años confirmará que el gas a las térmicas será suministrado a precios competitivos y no disparará el precio de energía eléctrica. Es decir, que no se aproveche la ocasión para vender un gas a precio de especulación. Aquí la CREG y Superservicios deben estar con ojos bien abiertos para vigilar que no se presenten abusos. Por otro lado, veremos si no llegaremos a tener que racionar energía, debido a que la capacidad de transporte de gas colapse y aun teniendo el gas como combustible no haya forma de transportarlo.
- Escasez de disponibilidad de agua para uso en el consumo humano y uso agroindustrial. Igual es válido que ante la falta de previsión, capacidad y planeación algunos acueductos se vean en la necesidad de racionar el suministro de agua a algunos municipios. En este sentido, las diferentes alcaldías deben comenzar a tener un plan B para minimizar los impactos a la población más vulnerable por falta de agua. Por ejemplo, hacer los mantenimientos a dársenas, embalses y almacenamientos alternos de forma inmediata.
- Vienen las heladas como consecuencia de este fenómeno y las pérdidas de cosechas y muertes de animales en el campo, lo cual genera pérdidas a campesinos y agroindustriales con poca ayuda del Estado para mitigar esta situación como ha sido en el pasado. Aquí el Ministerio de Agricultura debe desde ya dar las recomendaciones oportunas para minimizar el impacto que origina este fenómeno.
- Mayor probabilidad de incendios forestales, los cuales se presentan tanto por el mismo calentamiento de la capa vegetal como los producidos por manos criminales. Las corporaciones ambientales desde ya deben dar recomendaciones para concientizar la gente sobre los daños y estragos que producen estos incendios.
En resumen, gobierno, alcaldías, ciudadanía en general y los diferentes entes territoriales tienen la obligación desde ya de afrontar esta situación que está en proceso de inicio y que es una realidad. En consecuencia, deben tomar todas las medidas en los diferentes frentes que afecta de una u otra manera el Fenómeno del Niño.