Los miembros de partidos políticos operan como los jugadores de clubes deportivos, cambiando de equipo en la competencia de intereses, conveniencia, beneficio y favorecimientos, ya sean particulares o comerciales. Nuevamente se presentará un proyecto de ley para la aprobación del Congreso, similar a otras leyes aprobadas en el gobierno de Álvaro Uribe, para desintegrar y reagrupar partidos políticos por fortaleza presidencial. Con la aprobación de la ley de tránsfugas, los camaleones políticos saltarán de unos partidos a otros, cambiando de color.
Los partidos o bancadas políticas no son más que empresas que rentan en las explotaciones de los poderes públicos-político exclusivos, clientelizando el comercio electoral, disfrazado de popular. A los participantes lo único que les interesa son los beneficios personales. De qué sirven los partidos políticos, sin precisiones en los direccionamientos de los objetivos que persiguen o con direcciones torcidas sin llevar orden de registros de ¿antecedentes y acontecimientos, de militantes, enlaces, programas, acciones, operaciones y proyecciones?
La ley de reforma de los partidos políticos debe aprobarse en referendo popular, antes que por el Congreso de la República, implícito en incompatibilidad, con los parlamentarios, por conflictos de intereses y compromisos personales, para abandonar a un partido, vinculándose a otros, cambiando de bandos o bandas, sin castigos, prohibiciones, inhabilidades, incompatibilidades, ni cualquier limitaciones. Cada día las competencias por los poderes son más ambiciosas en el acaparamiento de los partidos de papel con reconocimiento de personas jurídicas que buscan y pretenden abarcar con prácticas inmorales de corrupción, los manejos rentistas, en los tres poderes públicos, como lo han venido ejerciendo de manera desastrosa y reprochable, en detrimento del fisco, patrimonio público y dignidad moral.
Es un abuso, aniquilar o acabar con una organización, movimiento o partido político, que se constituya como una sociedades políticas social, con fines y objetivos expresos, en el orden territorial, nacional, departamental, distrital y municipales o locales. Se hace necesario que se transforme la ley de los partidos, eliminando los límites y obstáculos centralista, descentralizados la constitución de los mismos, sin exclusividades preferenciales. Es insólito en la democracia, cerrar los espacios participativos, sometidos por los dueños del poder. La colectividad debe gozar de la libertad de organizarse, con “pares” y afines, para las participaciones populares en municipios, distritos y departamentos, sin estar subyugados y amarrados, con los partidos políticos, que avalan listas y candidaturas, a las alcaldías, gobernaciones y presidencia.
La muerte de un partido político no puede supeditarse únicamente a existencia de por lo menos un parlamentario o congresista elegido por absurdas prácticas que se ganan con corrupción tales como: fraude, trampas, compra-venta de electores, pagadas con dineros, especies, burocracia, contratos, compromisos y falsas promesas. El hecho de que un determinado partido no tenga la suerte o se le imposibilite salir airoso en una competencia electoral desproporcionada no da razón legal para eliminarlos y sepultar su existencia, vulnerando el derecho de elegir y ser elegido, libremente en elecciones populares. Las votaciones preferentes en listas avaladas por los partidos políticos no son más que los resultados de los negocios clientelistas, zonificados y controlados; sin prevalencias de vocaciones afectivas, a favor de partidos beneficiados
¿Puede ser lógico que los candidatos que se avalen con las firmas estampadas por quienes los impulsan les exijan en póliza de garantías, que no se expiden comercialmente, obstruyendo el libre acceso democrático en las participaciones electorales?
El partido de la “U” que ostenta el mayor número de curules en el Senado, con la nueva ley de tránsfuga camaleónica se desmoronará como un castillo de arena, una vez culmine el gobierno del presidente Juan Manuel Santos. Sus miembros se esparcirán y reubicarán de acuerdo a las perspectivas de alternativa de acomodo.