Es una verdadera pena que James David Rodríguez no salga con Colombia esta noche al estadio Nacional de Lima. La culpa no es del técnico, si existe un hombre que sepa manejar a la perfección un camerino ese es el señor Rueda. Incluso intentó darle, con su desconvocatoria, lo que más necesita: descanso. El cucuteño sufre una lesión en su espalda y en su ingle que repercute directamente en el sóleo y este sólo se cura con descanso. Por eso lo mejor era parar, así James no lo vea así, así su compromiso con la selección raye en fanatismo.
Tiene que descansar y regresar porque sólo un jugador como James puede potenciar a una selección como la colombiana, sólo él y sus gambetas y su magia nos vuelve un equipo temible. Lo necesitamos no al 500%, como dijo de manera populista Rueda, sino al 80%. James al 80% es mucho más que Andrade, Cardona y compañía.
Uno de los periodistas que mejor conoce al jugador es Esteban Jaramillo quien resumió el problema con este trino:
James pierde el rumbo, en medio de excentricidades que llegan por la vía de la fama y el dinero. Hoy es otro. Bajo de forma, difiere de aquel, que, sin exagerar, enmudeció a Brasil, y al mundo de la pelota. !Vuelve James, Vuelve! Pocos, muy pocos, desconocen tu talento.
— Esteban Jaramillo O (@estejaramillo) June 3, 2021