"¡La historia nos está dando la razón!", afirmaba de manera vehemente y con mucha energía el Secretario General del Partido Comunista Colombiano Jaime Caicedo en el evento de reencuentro de la Unión Patriótica en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación del distrito. Y lo dice en un momento en el que cuando se habla de la Unión Patriótica, se habla en tiempo pasado, se habla en pretérito, como algo polvoriento pero bonito. Y si, es verdad que la Unión Patriótica hizo historia en muy poco tiempo y que esta plasmada en bastantes libros de historia de Colombia sin lugar ha duda, en diversos documentales audiovisuales trágicos que con la nostalgia y el duelo interminable de sus víctimas y por supuesto, en la memoria de quienes vivieron en carne propia el sueño y su fatídica frustración.
Pero también lo decía, porque la historia, como buenos comunistas, no es un flujo lineal de acontecimientos unidireccionales; porque la historia, no es estática, ni hermética y antes que nada, es dialéctica. En consecuencia, nos da la razón porque eso quiere decir, que la Unión Patriótica todavía no ha terminado de hacer historia y que le quedan muchas páginas por escribir en la vida política y social de Colombia. La Unión Patriótica hoy, no es un punto de partida, aunque pareciera. La Unión Patriótica de hoy es un proceso que insurge de en la arena política con el fin de transformar al país y conseguir su sueño originario totalmente vigente que es la paz democrática, la paz con justicia social para Colombia.
Yo soy un joven, que jamás conocí a Jaime Pardo Leal, mucho menos a Leonardo Posada o a Bernardo. No conocí a los innumerables hombres y mujeres que ofrendaron su vida por el sueño de la UP. Nací cuando las fuerzas oficiales y para estatales aún no terminaban de hacer correr ríos de sangre a lo largo y ancho del país, proscribiendo por medio de las balas el sueño de una Colombia diferente. Mi memoria, es parte de la memoria colectiva del salón de clase, de la charla familiar, de los documentales y los libros y de las cervezas con amigos.
A esa memoria le debo que hoy tenga una camiseta verdiamarilla, como las de aquella época. Y es que me la pongo por que el momento político actual esta diciendo que no se puede hablar de la UP como algo que fue, sino como lo que ha sido, lo que es y lo que será. Por esto, de este renacer de la Unión Patriótica tendrán que salir las líderes y los líderes que impulsen con el mismo ímpetu de quienes les antecedieron, las banderas de la UP, en eso tenía razón Pardo Leal y no creo que esta generación le quede corta la tarea.
El fallo del Consejo de Estado que le devuelve la personería política a la Unión Patriótica, no representa una reparación integral, sino al menos un reconocimiento y una victoria ética y política. Una victoria porque quienes justificaron el aniquilamiento o quienes lo negaron, apelando a una dosis de ambigüedad política e ideológica de la UP, están viendo como esos argumentos se desmoronan a la par de que nuevamente la fuerza arrolladora de otros tiempos se vuelca sobre la política nacional, a conquistar los espacios usurpados violentamente.
Este resurgimiento de la UP es un mensaje claro al país en general, pero a la izquierda en especial. La UP es un ejemplo de unidad inédito en Colombia, es un proyecto de avanzada de carácter amplio y pluralista sin precedentes en la historia del país. El llamado de la UP a la izquierda debe ser claro en el sentido de que en términos concretos la unidad de la izquierda en todos sus espacios es la única alternativa a la guerra y al desbocamiento social por el que pasa el país. Si hay algo claro, es que así divididos los enemigos de la paz en Colombia sienten un beneplácito bajo el cual cómodamente podrán hacerse con numerosas curules y con el posicionamiento de su discurso polarizante y de odio.
El renacer verdadero de la UP, implica poner toda la fuerza y disciplina para que vuelva ser el movimiento de masas que puso a temblar el establecimiento en los 80s. Pero así mismo necesita que las fuerzas democráticas y de izquierda pongan su granito de arena en este gran propósito. Juntando la fuerza poderosa que vienen encarnando la Marcha Patriótica, el Congreso de los Pueblos, e inclusive, el Polo Democrático Alternativo y la Alianza Verde-Progresista con la nuevamente refulgente UP, de la mano de la inconformidad de los millones de colombianos hartos de la guerra y el orden político y social actual, no cabe duda que será el escenario propicio para dar la batalla política de ideas para rodear de un ambiente de lucha por la paz y cambios sociales al país entero.
Solo unidos podremos impedir que se repita la historia, solo unidos avanzaremos, ¡viva la UP!