Votar por las ideas que representa cada candidato y candidata, para que las ideas lleguen al poder. En eso se basa poder elegir, se elige porque se cree que en esa elección -cuando se arme gobierno- las ideas van a tener el poder de ejecutarse y entonces eso va a significar cambios. -Parece que se estuviese explicando que el agua moja, toca ser básico en un país donde ganó el No a los acuerdos de paz y durante 20 años se ha elegido a gobiernos paramilitares-.
Votar por las ideas es votar por los programas que han ido informando los candidatos y donde dejan ver lo que van a construir en educación, salud, cultura, medio ambiente, economía y demás temas importantes del país.
Ideas que forman parte de lo que son: su historia de vida -su coherencia y contradicción- y se esbozan en las entrevistas y en los debates, por ejemplo: cuál es la posición frente a la legalización de la marihuana; qué harán con el acuerdo de Ezcazú y con la implementación de los acuerdos de paz firmados en la Habana; el respeto a los animales; la eutanasia; el fracking; qué harán en derecho para comunidades indígenas, negras; qué papel tendrá en las regiones el teatro, el cine, la literatura; cómo actuarán en derechos humanos para poblaciones vulneradas: mujeres, niños, comunidad LGBTI; cuál será el respeto frente a la oposición política y demás.
Y así, se debería decantar y elegir a él o la que representa las ideas que cada cual cree que deben marcar el camino para edificar un país sin injusticias y con oportunidades. El deber ser es llenarse de argumentos para elegir.
En ese sentido, para elegir es necesario hacerse preguntas y contestarse esas preguntas o creer que se van a contestar en un gobierno que se elige y por el que se vota. También hacerse preguntas es una forma de leer, leer bien es comprender, leer el país sobre las desigualdades: tantos con tanto y tantos y tantas con lo básico.
Leer la forma cómo se han repartido el poder unos cuantos. Se vota para que no vuelvan a existir las fosas comunes ni los falsos positivos. Eso es votar por que impere la vida. Se vota para que el narcotráfico no llegue al poder a través de nuevos ñeñes, otonieles, memos fantasma, uribes.
Se vota por un cambio, indigna que existan niños haciendo maromas y pidiendo limosna en los semáforos. La metáfora de los niños y su literalidad es una forma de decir que este país anda enfermo.
Hay que leer la estructura de lo que es Colombia, su historia: lo que no ha sido, lo que se han robado; leer de su gente, de las mezquindades que han existidos entre los empresarios y el pueblo; los periodistas y el pueblo; los políticos y el pueblo. La deuda histórica a los indígenas y a los negros y a las mujeres. Entonces después de leer esta sociedad egoísta se sale a votar ya cansado, sin miedo, por una sociedad que incluya a todos y todas. Y que en medio de tantas mezquindades se le apuesta a que hay esperanza.
¿Por qué votar por Gustavo Petro? Petro es el hombre de las ideas y las ideas son las que mueven el mundo; las ideas son las que debe resistir a la tragedia de la muerte en vida; las ideas son las que van marcando el desarrollo de las naciones y en Petro habitan por el conocimiento expresado y por sus acciones, que lo han conducido a una lectura que hace del territorio -que no es nueva- y que ha sido coherente a lo largo de su trayectoria política como lo ha hecho evidente como congresista, alcalde de Bogotá y, muy seguro como presidente de Colombia.
Votar por él es desmarcarse de la política de la muerte que se ha instalado con más fuerza en los últimos veinte años. Hay que tomar una posición: o apoyar el gobierno de los 6402 falsos positivos, que es el que representa Fico, o apoyar un gobierno que crea que los jóvenes son la esperanza en el desarrollo de un país y ponga programas y proyectos en acción, que es lo que se espera de Petro.
Es decir, se vota por Petro porque representa la vida. Votar por Petro es votar por las ideas. Votar por Petro es votar por un discurso que nos lleva a imaginar que no todo está perdido ya, y que todo está por construirse de nuevo.
¿Qué propone Petro? No hay nada más parecido a Venezuela que la propia Colombia de Uribe y de Duque y la que representa Fico ahora como política para la gente. En el gobierno de Duque: gasolina costosa, dólar a 4100 pesos, carne por las nubes, inseguridad en las calles, decisiones de dictador: destitución del alcalde de Medellín, intromisión en política, jueces nombrados a dedo para juzgar a sus amigos, 39 masacres en este año, persecución a la oposición, 600 empresas quebradas.
Petro en cambio propone que se imponga la vida, que se cuide a los seres humanos. Que se protejan las instituciones. Una política de la vida que proteja los bosques, los páramos, los ríos. Que hagamos una transición de depender del petróleo a depender del sol para producir energía para los hogares y el transporte. Que no haya fracking. Que los soldados y policías además de cuidar y proteger el territorio se eduquen. Que el presupuesto para la educación pase de cuatro billones a catorce billones anuales.
Que exista una renta básica para las familias en condición de pobreza de quinientos mil pesos mensuales. Que los cargos públicos sean ocupados el cincuenta por ciento por mujeres y el otro cincuenta por hombres. Que se respeten los acuerdos de paz con las Farc. Que haya pluralidad de medios de información, no solo los que sirven de propaganda al gobierno actual -que ojalá se eduquen-, sino que entren a informar verdaderos medios de comunicación que presenten con argumentos los distintos lados de la historia. Que haya una vicepresidenta que quiera que el país viva sabroso, y ése vivir sabroso no es más que existan condiciones dignas para el trabajo, educación gratis, salario justo, posibilidades para los pequeños y medianos comerciantes de armar progreso.
Petro propone que la tierra está allí para cultivarla, para enriquecerse con todo lo que produce, no solo los Lule tienen ese derecho, ni los Santodomingo, también los Ricaute, los Ocoró, los Pérez, los Beltrán, los Piedrahita, los Muñoz, los Tovar, los Cardona, los Orozco, los Sánchez, los Motta, los Flor, los Ipias, los Nadies y las Nadies. Y que esa riqueza no sea de cosas, sino, sobre todo de saberes.
¿Por qué no votar por Fico? Fico es un político que representa la mafia que ha sumergido a este país en un lodo de sangre. Fico es el premio de lo que quiso Pablo Escobar: la mafia en el poder. Esa es la única idea clara que tiene: perseguir y eliminar la diversidad, así lo hizo el patrón Uribe, así lo hizo como un peón el fiel Duque y Fico será más de eso, de gobernar en cuerpo ajeno. Con Fico se garantiza la impunidad de los corruptos a través de los órganos de control que defenderá y protegerá: Fiscalía, Procuraduría, Contraloría.
Por otro lado, no hay que olvidar lo que representa Uribe: Agro Ingreso Seguro, falsos positivos, creación de bloques paramilitares, indagatoria por falsos testigos, zonas francas, audios ilegales a través del Das, compra de reelección con la yidispolítica, gobierno en cuerpo ajeno (como lo hace ahora con Duque y lo hará si ganase Fico.) Con Fico continua el todo vale: millonarios presupuestos para cerrar las brechas de inequidades en acceso a la tecnología y a internet, desviados y robados o abudineados.
Con Fico la mentira se intenta seguir construyendo como verdad, de la mano de los que sostienen los micrófonos y de las plumas de la prensa. Con Fico las masacres seguirían en aumento, la persecución a líderes sociales se agudizaría, las oportunidades seguirían reinando y acomodándose para ellos y ellas y la idea de país mezquino que construyen. Con Fico perderá la juventud y el futuro que necesita de esas ideas frescan que piden cambios y revolución.
No se puede ignorar lo que Petro en su alcaldía representó: comedores comunitarios, ampliación de la jornada escolar en los colegios, cierre de la plaza de toros para promover la vida animal, reducción de los pasajes del TransMilenio (Hora Valle), construcción de colegios en barrios marginales, disminución de índices de violencia, creación de sistemas de transportes por medio de cables, políticas de género y visibilidad a las mujeres trans del distrito, protección a las empresas públicas de Bogotá (ETB.) No se puede ignorar lo que Petro hizo con el agua -el mínimo vital para estratos uno-.
Es decir, en las siguientes elecciones hay dos modelos para elegir: el que ha gobernado con políticas sociales con el objetivo de dignificar la vida de los ciudadanos (Petro.) Y el otro (Uribe disfrazado esta vez de Fico) que se ha caracterizado por conseguir sus objetivos a como dé lugar, así eso le signifique gobernar por fuera de la ley. En ese sentido se escoge en las próximas elecciones a Uribe que representa la política de la muerte o a Petro la política de la vida.
Votar por Petro es la mejor lección para la historia. Perderá la política de la muerte (Uribe disfrazado de Fico) y su discurso político de capataz de finca: hágame esto, amárrense las bestias, suelten los corderos, maten las vacas, construyan el cerco, le doy en la cara marica. Perderá el chuce a este, elimíneme a este, empapéleme en la fiscalía a este otro, dígale a Vicky y a Julito que digan esto de mí.
Perderá el discurso de tildar de castrochavistas a los políticos con propuestas progresistas. Perderá el señalamiento de guerrillero y de amigo de Maduro, que desde el uribismo se le da a quien piense y diga lo contrario sobre la ley de víctimas, la comisión de la verdad y la JEP. Perderá quien señale de mercenarios a los estudiantes que protestan y quien a punta de bala desaparece la voz del inconforme.
Ganará Petro y seguirá ganando Colombia, la vida, los mares, las montañas, el campo. Cada que pasan los días las propuestas de Petro se instalan en el discurso de la gente quienes propagan sus ideas en la calle.
Petro le dio discurso al Pacto Histórico, le dio altura a las ideas; puso sus propuestas, para que las hablaran desde las otras orillas políticas y desde el centro.
Significa que un sector muy importante de la sociedad, también ha empezado a mirar con detenimiento las ideas del Pacto Histórico y, a sentir que esas ideas son verdes, amarillas, rojas, azules, pues la vida es de colores como lo propone el Pacto Histórico.
Petro ha ido permeando con ideas la conciencia de los electores, que ya cansados de políticas que cada vez beneficien más a unos pocos y no a todos, salen con la idea de elegir el discurso de la Colombia Humana a través del Pacto Histórico. Entonces gana Petro, ganan las ideas y seguirá ganando Colombia.
