Hace unos días invitamos a unirse al voto en blanco o voto cero. Muchos vimos con entusiasmo esta alternativa. Pero con el paso de los días se van conociendo ciertas trampas que tiene votar en blanco y su incidencia transformadora hoy es prácticamente nula. Además como van las cosas la posibilidad de que el voto en blanco tenga un verdadero impacto en estas elecciones presidenciales es realmente inexistente. Para que tenga un efecto práctico tendría que lograr la mitad más uno de los sufragios, es decir, por lo menos 5 millones y medio, lo cual es casi imposible.
Para los expertos politólogos, afirman que es muy difícil que llegue siquiera a un 10 por ciento de los escrutinios, es decir, un millón de votos, lo cual podría tener un efecto simbólico. La reacomodación de los muchos electores por el poderoso efecto de campañas y la arrasadora maquinaria, será inevitable. Ello iría totalmente en contra del crecimiento de una “ola blanca”, que podría desinflarse, ante una verdad que se va conociendo, sobre sus efectos reales.
Pero en el siguiente debate de El Tiempo, el registrador Carlos Sánchez, explica que si en las parlamentarias gana el voto en blanco, en 10 días se vuelve a elecciones con los partidos que pasaron el umbral (se favorecen las maquinarias). Y peor aun, que no tienen necesidad de cambiar de candidatos. Desaparecen o salen pediendo, lo partidos pequeños, golpeados o anulados por el voto en blanco. Aquí, la explicación del propio registrador:
Por otro lado, Semana trae a colación una afirmación del analista mexicano Enrique Krauze al referirse a la última campaña electoral en su país: “Votar en blanco es un ejercicio de holgazanería, es una salida fácil, pero sobre todo es una salida falsa”. Y explicaba que le gustaría que todos se tomaran en serio “el papel de ciudadanos y nos metamos a los sitios de Internet, escuchemos las entrevistas que darán los candidatos, veamos los debates, incluso también veamos los anuncios y a partir de ahí nos formemos una opinión y vayamos a las urnas”.
Es un asunto para reflexionar seriamente. Lo que sí es claro, es que la mayoría de electores tienen una enorme confusión sobre los verdaderos efectos del voto en blanco, que por ahora pintan inocuos. En el mismo vídeo anterior, Gustavo Bolívar promotor del Voto en Blanco, se “patrasea”, patina al enterarse de otras realidades.
