Otrora era muy común saber los nombres de cada uno de los ministros del gabinete presidencial y, por supuesto, el del presidente de la República. En este gobierno, lo anterior se había perdido, han sido tan irrelevantes sus nombres que no se da uno cuenta quiénes son o si acaso, un tal Daniel Palacios, el desconocido ministro de Gobierno. ¿Pero por qué sucede lo anterior? En este gobierno la majestad del cargo presidencial y ministerial perdió peso e importancia, cuando con regularidad se dice en la calle "si llega Duque, cualquiera puede llegar".
Otrora, alguien que ostentaba la presidencia de la República, necesariamente eran personas muy cultas y buenos lectores: se habían leído los clásicos de la literatura universal y dominaban todos los temas. Los presidentes, eran escritores, historiadores, humanistas, poetas o juristas, llegaban a ser elegidos después de una ardua y larga carrera política; llegaban después de haber quemado muchas etapas y haber sido derrotados en varias elecciones presidenciales, para por fin llegar; fue el caso de Belisario Betancur o Gustavo Petro, que sufrieron dos derrotas y la tercera fue la vencida. Los presidentes eran o son líderes autónomos en su proceder y él y su partido político diseñan las pautas de su gobierno.
Tenían lógicamente sus asesores, pero no tenían jefe directo, como en esta curiosa figura que nos montaron con el actual: un presidente con jefe. Un jefe diferente al natural que debe ser el pueblo. Las ciudadanías libres, los electores son los jefes de los presidentes.
Otrora los ministros eran tecnócratas o políticos muy importantes, que destellaban en la vida nacional, habían sido parlamentarios brillantes y de una gran figuración. No necesariamente eran prístinos y diáfanos en su accionar: la corrupción política siempre ha existido en Colombia, la diferencia radica que hoy se generalizó en todas las esferas del poder, permeadas por el narcotráfico que es el combustible que enciende la llama y todo lo que toca lo tritura.
¿Quién es el ministro de Hacienda hoy? Casi nadie lo sabe. Si acaso hay un recuerdo negativo del tristemente célebre Alberto Carrasquilla, autor de la inoportuna reforma tributaria que desembocó en las masivas protestas de abril del 2021. Hoy, pensando que aún es un sueño, vemos, la recuperación de la respetabilidad pérdida, de la otrora figura presidencial y la de sus ministros. Lo observamos con el presidente electo y sus futuros ministros.
Acotamos el tema y mencionemos tan solo, tres nombramientos que ha hecho el presidente electo al respecto de sus ministros: Álvaro Leyva Duran, una persona de gran talante y trayectoria política, Leyva es de una estatura intelectual inconmensurable. Desde la época del gobierno de Belisario Betancur (1982-1986) ha estado vinculado a los diferentes procesos de paz. En principio, pensó que sería nombrado alto comisionado de paz, pero fue nombrado ministro de Relaciones Exteriores. Álvaro Leyva manejará el eje temático internacional de la paz, en su relación con la ONU y el mundo.
Cecilia López Montaño. Siempre la referencia por su parecido físico con la actriz, cantante, compositora y productora Barbra Streisand. Cecilia López fue directora del desaparecido Instituto de Seguros Sociales, exministra de Agricultura, columnista de opinión de varios importantes periódicos, es una de las mejores economistas del país. Hoy Cecilia López es nombrada directora de planeación nacional, dirección que puede representar más que un ministerio. En este cargo tan importante, desconozco quien lo desempeña hoy.
Se especuló mucho quién sería el ministro de Hacienda, un nombramiento clave para preservar la sana economía nacional. Este importante nombramiento envía un mensaje de confianza y tranquilidad a empresarios, inversionistas, industriales, gremios económicos y banqueros. José Antonio Ocampo, caleño, raizal, hijo de nuestro recordado rector de Univalle Alfonso Ocampo Londoño y también fundador de la Universidad Icesi.
José Antonio Ocampo, el nuevo ministro de Hacienda y Crédito Público, es un reconocido economista en el mundo; fue ministro de Hacienda durante la presidencia de Ernesto Samper, director de la CEPAL (Comisión Económica para Latinoamérica y el Caribe), profesor de la Universidad de Columbia E.U., director de asuntos económicos de la ONU y ha escrito más de 30 libros. Me quedo corto en la descripción de la trayectoria del nuevo ministro.
Se comenta que Antonio Navarro Wolf será el nuevo ministro de Minas y Energía. De Antonio Navarro está dicho todo, es un personaje de la política que casi todos conocemos su trayectoria
Creo, que así como vamos, nos seguirá sorprendiendo nuestro presidente electo. Él y sus ministros encarnan la recuperación de la dignidad presidencial y ministerial hoy embolatada en el camino estrecho, tortuoso y accidentado de la mediocridad y la politiquería.