En la ciudad de Barranquilla se viene gestando un movimiento amplio de sectores sociales, cívicos, comunitarios, políticos y sindicales, estos últimos encabezados por Sintraelecol, con el propósito de hacerle frente al complejo drama que representa Electricaribe para la región Caribe.
El día viernes se llevó a cabo un foro en la sede principal de Sintraelecol, dirigido por un experto en el tema tarifario, con el fin de dar luces acerca de los incrementos en las tarifas establecidos en la Resolución 015 de la CREG, además de comprender dicha fórmula tarifaria en aras de que la ciudadanía pueda presentar una distinta en la que el peso de la crisis recae como de costumbre en los bolsillos de los ciudadanos de a pie.
Se ha programado una marcha de antorchas para el día 20 de septiembre en Barranquilla, que contará seguramente con la presencia de la bancada parlamentaria que ha abierto el debate nacional acerca de esta problemática y que ha logrado poner los puntos sobre las íes.
De igual manera, se anuncian actividades como foros, jornadas pedagógicas barriales y una audiencia pública con el objeto de visibilizar el problema de Electricaribe, desmenuzar sus complejidades y plantear soluciones reales y viables que conlleven a una prestación del servicio con calidad, con tarifas asequibles y acordes con la realidad económica de los ciudadanos, que permitan poner en la órbita pública la operación del servicio.
Este debate ha ganado adeptos incluso dentro de los partidos tradicionales, es importante tener en cuenta que es una batalla de largo aliento y de gran calado, pues la multinacional Naturgy es quien está detrás del asunto en Colombia. Esta misma compañía acaba de ganar una multa millonaria a Egipto por más de 1.700 millones de dólares.
Salidas financieras al problema las hay, una de ellas corresponde a los 12,8 billones de pesos en regalías que están en los bancos y que Santos les dejó intactos a Duque.
Lo que se necesita es voluntad política, para lo cual es indispensable que la ciudadanía se apropie y movilice masivamente para exigir calidad en el servicio, reducción en el costo de las tarifas y el no desmonte de los subsidios, que para este año tienen un déficit de más de 600 mil millones de pesos y de 1,8 billones para el año entrante, lo que significaría un aumento drástico en las tarifas que se tornaría impagables.
Con estos golpes, sumado a los anuncios del incremento de los impuestos a la clase media y baja, con más gravámenes a la canasta familiar, la situación económica de los caribeños ha de empeorar.
Al paso que vamos, trabajaremos para pagar luz e impuestos.
Es el momento de enterarnos de lo que sucede realmente y movilizarnos por nuestros derechos.