La noche del pasado jueves 2 de septiembre, en las carreteras del departamento del Cesar, el conductor de una ambulancia de placas RNL 713 perdió el control tras estallarse una llanta trasera en la salida del municipio de San Diego. Con varios intentos de maniobrar el timón en una recta, el automotor rodó por un abismo de cuatro metros.
El señor Mario era quien conducía la ambulancia y al percatarse de que chocarían de frente contra un poste, decide girar el volante hacia el lado izquierdo. La ambulancia rueda dos veces, se estrella contra una cerca de madera y queda del lado donde viajaba el médico Andrés Palmezano y la enfermera Yesney Yepes Vanegas.
La ambulancia salió del hospital Eli Moreno Blanco, del municipio de Pailitas, Cesar, a las 8:50 p. m., con rumbo a la ciudad de Valledupar, capital de ese departamento, para trasladar a una paciente de tan solo diez meses de nacida, quien iba a ser atendida en la clínica Simón Bolívar de esa ciudad. A la 1: 30 a. m. sucede el siniestro. Por fortuna, los ocupantes de la ambulancia solo presentaron golpes en el cuerpo. La enfermera Yesney Yepes resultó no solo con golpes, sino con fracturas en su cuello. De inmediato fueron trasladados en otra ambulancia al hospital el Socorro de San Diego.
“Hoy le doy gracias a mi Dios por protegernos y librarnos de la muerte”, sostuvo la joven enfermera Yesney Yepes, de 35 años, quien vive en el municipio de Pailitas con su madre, la también enfermera Ana Matilde Vanegas, su hijo y otros familiares.