Luego de varios días y después de reflexionar sobre lo sucedido en el vuelo AV 9540, del pasado 19 de septiembre, creo que es mi obligación contar lo vivido en mi condición de pasajera.
El día en mención, nos encontramos en el Aeropuerto el Dorado de Bogotá, a las 6 AM para dirigirnos a la ciudad de Cartagena un grupo familiar de 20 personas, en un vuelo que partiría a las 7:29 AM. Luego de los trámites correspondientes nos asignaron la sala de espera número 83 del muelle nacional. Hacia las 8:30 AM nos indican que el aeropuerto de Bogotá está cerrado por niebla por lo que los vuelos estaban retrasados. Hacia las 9 AM nos informan por el parlante que los pasajeros a Cartagena que no tengan equipaje en bodega se acerquen para embarcarlos en una nave que estaba para partir. Al llegar allí a una de nuestras integrantes le dicen que es mejor que tome esta oportunidad pues era incierta la hora de partida del 9540. Luego de esperar más tiempo y al preguntar no solo nosotros sino otro grupo que tomaría el mismo vuelo, nos informan que por niebla y que no hay aviones y “que parte de mal tiempo no entienden Ustedes”. Los viajeros de otros vuelos también reclamaban y al preguntar qué pasaba lo que recibíamos eran respuestas sin sentido y groseras, por lo que ya el ambiente y los reclamos eran a coro entre otros; “Avianca no es capaz”.
Hacia las 10:30 AM nos llaman a abordar. Ya dentro del avión, en la parte de atrás de este se escucha una fuerte discusión entre dos hombres, que hablaban en Portugués, que llego a los puños.
La azafata pierde el control de la situación y nos dice que nos sentemos todos pues el piloto puede cancelar el vuelo y para que entre el personal de seguridad del aeropuerto. Luego el capitán nos dice que si no nos sentamos y tomamos la calma el vuelo lo puede cancelar, se escuchan chiflidos y protestas por cuenta de casi todos los pasajeros. Llega la autoridad del aeropuerto seguido de la policía, salen los señores de la pelea, con quien seguramente eran sus esposas, luego de un tiempo de conciliación llega uno de los señores con su señora y ya que alegría, aplausos, nos vamos, todo bien.
Acto seguido entra el capitán y en tono grosero y agresivo que ya había usado en su anterior intervención palabras más palabras menos informa que las puertas del avión estaban abiertas para quien no quisiera ir en este avión y que él podía cancelar el vuelo si no nos sentábamos y portábamos bien, Tal vez él no se dio cuenta que ya todo estaba bien, que todos queríamos irnos, teníamos hambre, teníamos otros transportes que nos estaban esperando y estábamos cansados de tanta espera y tanto atropello. Vuelven los chiflidos y si también se le dijo, Chofer de Avión, Chofer de transmilenio, chofer de flota.
Detrás de mí la misma azafata hablaba por el teléfono interno y escuché cuando decía que se encontraban personas que habían estado sublevadas desde la sala de espera. Vuelve a entrar la seguridad del aeropuerto a revisar que no hayan quedado daños, así nos lo dicen.
Llega la Gerente de Avianca y nos informa que el Piloto ha decidido que hasta que tres personas no se bajen de la nave él no parte, pues no hay garantía de orden público; cuan sorpresa que después agranda la cifra a dos más. Todas correspondían a nuestro grupo incluida quien escribe. Entra también la policía y después decidimos que salen cinco personas para no dañar el viaje a las demás. De las cinco que debían salir solo salen dos, las otras tres se ofrecieron a salir voluntariamente, o sea el capitán pidió cinco cabezas, asegurando la Gerente que los embarcaría en el siguiente vuelo lo que ocurrió hasta las 5 PM de ese día. Al preguntarle a la Gerente por el nombre del piloto, no lo dio con el argumento que ella no lo sabía y que por protocolo no se informaba.
Bueno vamos de salida por fin, casi 12 Meridiano, el capitán no se presenta e informa que el retraso fue debido al mal tiempo y a los problemas de orden público.
Ahora va mi conclusión. El que reclama pierde. Y el que manda, manda aunque esté equivocado y cometa injusticias.
Avianca responsabilizó por el retraso del vuelo en mención, en los comunicados transmitidos por los medios de comunicación, al mal tiempo y a que algunos pasajeros alteraron el orden público, pero nunca enunció el mal manejo de la situación que hicieron por parte de la compañía tanto el personal en tierra como el Capitán de la nave y su tripulación.
Y mis preguntas son: Avianca sabe que entre su nómina de pilotos hay uno que trata a sus pasajeros de manera ordinaria y grosera?
A quien originó la pelea, de habla Portugesa, inclusive a puños, lo dejaron viajar y a los Colombianos nos bajan con policía como delincuentes. Es decir, ¿No podemos reclamar?
¿Por qué en forma casi diaria se escucha la cancelación de vuelos de Avianca y quejas del mal servicio que hace la compañía?
¿Por qué no le dicen la verdad a los pasajeros y los confunden con su información, además el trato hacia el cliente es grosero en algunas oportunidades?
Es decir como en una película, El Piloto fue quien con su actuación y mal manejo de la situación cometió un gran atropello y una gran injusticia, sin necesidad.
No vamos a entrar en la situación de desgastarnos con demandas ni peleas, no es nuestro estilo, somos una familia que trabaja y nuestro norte es otro, pero si queremos contar lo que sucedió, pues hasta se informó que estábamos borrachos. Tal vez si lo estábamos pero de hambre, impotencia y cansancio.
Definitivamente la que era la Aerolínea de los colombianos ya no lo es y tal como lo vi, lo viví y fui víctima, hoy lo afirmo, “Avianca no es Capaz”.
