Durante varias noches, en los últimos meses, ha habido un humo con olor a caucho, llanta o plástico quemado por todo el barrio, un olor fuerte y penetrante. Nos encerramos para evitar que entre, pero no es tarea fácil porque logra filtrarse entre las celosías o bajo las puertas.
No hay un horario exacto pero es algo constante, es igual si empieza en la noche o a mitad de la tarde. El domingo pasó entre las 10 y las 12 de la noche, el lunes fue a las 2 de la tarde, nuevamente pasó entre la 1 y las 3 de la madrugada del miércoles. Probablemente está pasando en este momento, mientras usted lee, o empezará dentro de una par de horas.
En un principio, hace varias semanas, pensé que era una situación aislada y no debía alarmarme, pero ya van casi dos meses, haciéndose cada vez más intenso. He preguntado a los vigilantes del barrio y no responden nada acerca de la situación ni conocen una posible solución.
Reporté al Área Metropolitana y respondió el Área de Emergencias Ambientales diciendo que ya tenían un seguimiento a la situación y que no podían hacer nada porque eran habitantes de calle de la Iguaná que se hacían en la canalización a quemar llantas y a sacar el cobre de los cables. Sin embargo, ellos no podían hacer nada al respecto porque ponían en riesgo su integridad. Entonces, solo quedaba llamar a la policía y esperar que mandaran una patrulla.
Durante estas semanas he escrito al Área Metropolitana, a la Administración de Carlos E, a la Acción Comunal, a la Policía, a otros residentes del barrio, a la Secretaría de Medio Ambiente y nadie me da una solución.
Vivo con una amiga en embarazo y su novio. Nos atrincheramos en nuestras habitaciones a aspirar el humo que se filtra, tosemos y esperamos que se acabe pronto ese aire corrosivo y nadie nos dice qué hacer para remediarlo.
Hago pública esta información para llamar la atención de alguien que pueda conocer la manera de poner fin a esta grave situación que parece no ser prioridad para nadie.