¿Vivimos de la renta?

¿Vivimos de la renta?

Una perspectiva a propósito de la columna de Alberto Maldonado Copello publicada el 14 de septiembre en el Semanario Voz

Por: Tiberio Gutiérrez Echeverri
octubre 01, 2020
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.
¿Vivimos de la renta?

A propósito de una columna del economista Alberto Maldonado Copello en el Semanario Voz.

Para el análisis político debemos partir de la realidad, máxime si se trata de aspectos económicos, y en nuestro caso de la caracterización que trae nuestro programa del modo de producción dominante en nuestro país.

Si somos un país subdesarrollado, deformado y dependiente, esto se nos ha impuesto, no solo por haber consolidado el modo de producción capitalista luego de dos siglos, cuando hoy los países desarrollados lo lograron, sino también por una división internacional del trabajo y unas relaciones desiguales de intercambio, así como (de) las ventajas relativas y absolutas para nuestro comercio internacional.

Lo real es que la dependencia económica y tecnológica solo nos ha permitido un desarrollo limitado de la sección II de la economía productora de bienes intermedios y de la economía extractiva, mientras que hoy los países desarrollados han logrado que la sección I de la economía productiva de bienes de capital, el uso de la tecnología de punta y una gran capacidad de la demanda agregada, sea lo dominante en sus economías.

Partiendo de estas consideraciones, creo que el análisis de Gustavo Petro y del compañero Alberto Maldonado no es suficiente, se debe profundizar más, no podemos quedarnos en un aspecto cuantitativo como el de la participación de los sectores en la formación del PIB, debemos detenernos en el papel y la incidencia del sector en el conjunto de la economía.

La importancia del comercio exterior está dada por ello, nos permite obtener las divisas necesarias para importar bienes de capital y la tecnología que requieren diferentes sectores de la economía del país y nuestra desgracia es que en los últimos sesenta años no hemos logrado diversificar nuestra canasta de exportación, el 80 % de nuestras exportaciones son del sector primario y la mayoría corresponde a productos de una demanda elástica y por tanto se encuentran fácilmente sustitutos, y por eso se nos imponen los precios y los volúmenes a exportar. La base de nuestras exportaciones corresponde al carbón y al petróleo, productos que no tienen futuro, el carbón no solo ha perdido precio y demanda y la Unión europea tiene programas para abolir su uso y el petróleo vive una superproducción y poca capacidad de almacenamiento. Este es el panorama de nuestro comercio exterior y de gran déficit de nuestra balanza de pagos y comercial que han seguido siendo negativas por varias décadas.

Por lo anterior, la tesis de Petro de que “la economía colombiana desde hace treinta años gira alrededor de la cocaína, el petróleo y el carbón” tiene mucho de verdad, independientemente de que otros sectores pesen más en la formación del PIB.

La magnitud de la importancia del sector extractivo en nuestra economía la podemos estimar en el análisis de las 100 empresas más grandes del país. Según publicación de la revista semana del 9 de agosto de 2020, tenemos la siguiente situación. De las 10 más grandes empresas 3 son del sector petróleo y gas, 2 de cemento, 1 de servicios públicos, 1 de comercio al por menor, 1 de transporte aéreo, 1 de telecomunicaciones y 1 de alimentos; correspondiendo a la actividad extractiva las siguientes: Ecopetrol, puesto 1; Organización Terpel, puesto 2; Grupo Epm, puesto 3; Grupo Argos, puesto 4; Grupo Éxito, puesto 5; Avianca Holdings, puesto 6; Reficar, puesto 7; Claro Móvil, puesto 8; Grupo Nutresa, puesto 9, y cementos Argos, puesto 10.

Las cuatro empresas del sector extractivo (combustibles, petróleo, gas y cemento) en su conjunto presentan la siguiente situación financiera en el año 2019:

Ingresos operacionales - 122.9 billones

Utilidades operacionales - 25.2 billones

Utilidad neta - 15.7 billones

Activos - 221.7 billones

Patrimonio - 107.8 billones.

Si a estas empresas agregamos las del carbón como la Drummond que ocupa el puesto 16 con 6.7 billones de ingresos operacionales; carbones del cerrejón que ocupa el puesto 44 con 3. 5 billones de ingresos operacionales y otras como Ocensa puesto 24, Cenit puesto 27, Frontera Energy en el puesto 34 y Promigas en el puesto 37 podemos deducir el poder y la importancia de la industria extractiva.

A esto, si se le agregan los impuestos, las trasferencias y las regalías, pese a que, en cada sector, algunos de estos conceptos no correspondan a una política pública que en vez de exigirles una mayor participación, más bien son favorables al capital trasnacional, pero esta actividad tiene un efecto favorable sobre la economía del país independientemente de su participación en la formación del PIB y en la generación de empleo.

Un aspecto importante, independientemente de las políticas públicas, es lo que tiene que ver con las regalías, pues el congreso acaba de aprobar la ley que reglamenta la reforma del Sistema General de Regalías y que el presidente debe firmar antes de finalizar el mes de septiembre.

Estos recursos han sido valorados en 15.7 billones de pesos producto de la explotación de los recursos minerales e hidrocarburos, ofrecen más libertad para ser ejecutados por los departamentos y municipios, y se deben invertir en vías terciarias, electrificación rural, conectividad, agua potable saneamiento básico, educación, el agro e investigación.

Los recursos de este sistema han venido variando a lo largo de los años. Según el periódico El Tiempo, estos han variado así: en el año 2012 fueron de 8.2 billones, entre 2013 y 2014 de 17.7 billones, de 2015 a 2016 de 17.4 billones de 2017 a 2018 cayeron a 11,7 billones, de 2019 a 2020, 18.5 billones y de 2021 a 2022 de 15,7 billones. Los departamentos más beneficiados son Cesar con 0.42 billones; Casanare 0.87 billones y Meta un billón. Así para las regiones productoras pasan de 11,7% a 15%. Las regalías para ciencia y tecnología pasan de 9,5% a 10%, para el medio ambiente se destinan el 5%, se mantiene el 34% para inversión regional y solo para la paz el 7 % y el 5% para educación superior pública.

Con estos recursos se beneficiarán mil municipios con necesidades básicas insatisfechas, pero si no se constituyen veedurías u observatorios que realicen un seguimiento los recursos se pueden convertir en una piñata o en elefantes blancos, solo basta ver lo que ha ocurrido con el programa de alimentación escolar PAE.

Un aspecto necesario para complementar el programa de Petro, es lo que tiene que ver con su programa agropecuario, no basta con la reforma agraria integral, la producción de aguacates y programas de economía campesina para la seguridad alimentaria, porque el país cuenta con suficiente tierra apta para el desarrollo del capitalismo en el campo, lo que generaría el crecimiento del proletariado agrícola favorable al proceso revolucionario; mientras que la economía campesina luego de una reforma agraria se aislará de la lucha revolucionaria.

Por último, es válido plantear cambios en el consumo de energía hidráulica y con base a hidrocarburos por energía eólica, solar o fotovoltaica, es una buena consigna política, pero en el corto plazo estas y otras fuentes de energía no se lograrán, hay información de que las inversiones en Europa en energías limpias han disminuido y se han desmontado programas, es más importante para la generación de valor que la realización del trabajo productivo sea eficiente, además el parque automotor, trenes, barcos, aviones, calefacción en las zonas templadas, entre otras, no se remplazarán en el corto plazo.

Por su parte, creo que el compañero Maldonado se queda corto, no basta señalar que Petro se equivoca con la afirmación de que “vivimos de la renta”, creo que los comentarios anteriores deben validar dicha información, no solo el país vive de la coca, el petróleo y el carbón, sumemos otros productos de la economía extractiva, como el níquel, el platino, el oro, las esmeraldas, sumemos las remesas en dólares de los trabajadores en el exterior que sobrepasan los 7 billones de pesos. Es verdad que la explotación de minas y canteras, la extracción de petróleo y gas y otras actividades de apoyo participan menos que la industria manufacturera y el sector agropecuario en la formación del PIB, sobre todo por la caída del precio del petróleo y del carbón en el mercado internacional; entre los años 2011 y 2012 el sector minero-energético participó con el 20% en la formación del PIB cayendo los últimos años al 10% mientras que el sector agropecuario y la industria manufacturera en conjunto han participado con una fluctuación entre el 18 y el 24%. Así mismo el sector extractivo no genera mucho empleo formal, pero si cuenta con un movimiento obrero organizado y combativo.

Creo además que para este análisis debemos tener en cuenta que si el PIB es la suma del valor agregado bruto de todas las unidades de producción más los impuestos menos los subsidios, también lo podemos entender como la realización del producto social global, de la riqueza social creada en un país, en un período determinado y también de la realización de la plusvalía. Esto lo podemos descomponer atendiendo su valor en tres partes: Capital Constante + Capital Variable, + Plusvalía, lo que a su vez corresponde a dos actores: Medios de producción consumidos de manera productiva y artículos consumidos y esto genera una contradicción.

Lo anterior nos permite construir el PIB por medio de la sumatoria de los ingresos: Salarios + Rentas e Intereses + Plusvalía, así como por la vía de la oferta o la demanda, son tres vías para medir el PIB.

La riqueza general creada en un período para la economía política nos plantea una aporía, una contradicción, como lo plantea Marx, pues el producto, el capital productivo debe realizarse y esto exige que lo realice el capital mercantil, del capital circulante. Acá aparece la contradicción que se plantea, son dos momentos distintos, por una parte, el capital productivo actúa independientemente del proceso de circulación, al capital productivo solo le interesa implementar la productividad del trabajo, crecer la producción, la plusvalía, mientras que en otro momento esta se debe realizar, si no hay proporcionalidad entre estos dos momentos se genera la sobreproducción, se genera la crisis clásica del capitalismo. “cuanto más se desarrolla la fuerza productiva, tanto más entra en conflicto con la estrecha base en la cual se fundan las relaciones de consumo”. Carlos Marx. El capital tomo III.

Esto es solo para ver que la acumulación del capital y el desarrollo de las fuerzas productivas dan origen a nuevos sectores crecientes como el sector comercial, de servicios y financiero que hoy son los sectores de mayor generación de empleo y de apropiación de plusvalía, superando así al sector extractivo, agropecuario y manufacturero que son los sectores que crean valor, donde se ejerce el trabajo productivo y se crea valor, lo que conocemos como la economía real y por la otra parte el trabajo necesario pero no productivo, que son hoy los que más crecen no solo en la creación de puestos de trabajo sino en su participación en la formación del PIB.

Creemos que la afirmación del compañero Maldonado de que “el sector extractivo solo crea el 10% de la riqueza, que la otra parte, el 90% es producido por 22 millones de trabajadores, de los cuales 9.5 millones son informales”, apartándose así de la realidad, es más importante la generación de valor que la realización de trabajo improductivo.

Nosotros no podemos ignorar que la economía política es insuficiente para comprender y analizar el estado y la marcha de la economía en una sociedad determinada. El concepto o categoría del PIB es importante, esto nos muestra muchos aspectos cuantitativos y tendencias de la economía y quienes realizan el producto social global.

Para Marx estos instrumentos fueron fundamentales para encontrar la contradicción entre el producto social y su realización, para transformar el capital comercial en capital dinerario; la reproducción y la circulación del capital social global se analizó profundamente en el tomo III de El Capital. Marx valora el análisis de los fisiócratas que se ocuparon del proceso de reproducción anual de las mercancías tal como éste es mediado por la circulación del capital. Con “El Tableau economique” intentaron explicar con precisión qué ocurre con el producto neto.

Para Marx, “el Tableu Economique” de Quesnay muestra, en pocos y grandes rasgos, cómo un producto anual de la producción nacional, determinado en cuanto su valor, se distribuye mediante la circulación de manera tal que —Coteris Paribus— se puede operar su reproducción simple, es decir, su reproducción en la misma escala” Marx el capital Tomo II.

En el siglo XX aparecen las tablas de Insumo Producto (imput-output) del economista W. Leontieff expuesto en el “Método de los Balances”, que no fue aceptado en Rusia en los primeros años de la revolución, aunque ya en los años treinta pasó a ser parte de la planificación económica como un instrumento ineludible de las políticas de crecimiento.

Estas notas pueden servir para la discusión del programa por la importancia que tiene la economía para formular un programa objetivo y real de nuestro partido.

Célula Solidarios, Regional Antioquia.

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