El ahora congresista del Pacto Histórico nació en el complicadísimo barrio de San Roque, jugaba fútbol y un juego que se llamaba chiquitas, que se hacía con escoba y tapas de gaseosa, justo en la calle de Guarnacaco, el primer jíbaro reconocido que tuvo Barranquilla. Se crio entre pandilleros, ladrones y soñadores. Muchos de sus amigos de infancia, a pesar de la pobreza que lo perseguía, cumplieron el sueño de convertirse en futbolistas o en cantantes. Él no sería la excepción.
Vivía en esta casa de Bahareque en donde tenía que aprovisionarse de los elementos necesarios para atrapar murciélagos, una de las tareas encomendadas por su mamá, doña Ruth del Carmen Tijerino. Ella siempre lo levantaba a las 3 de la mañana para que cumpliera la durísima tarea de atrapar los bichos.
Quería ser cantante, en su casa todo el tiempo sonaban canciones de Leonardo Favio y Miguel Bosé. Decían que tenía talento pero nunca tuvo el apoyo de nadie. Doña Ruth no daba abasto con sus tres hijos. Se los encomendaba a Dios y a sus vecinas que eran como Ángela, sobre todo Doña Rosita quien le enseñó la receta de arepa de huevo con la que aún deslumbra a sus comensales. Sus vecinos y Dios le hicieron el milagro que ninguno se torciera. Uno de ellos es Nico Tovar quien ha tenido éxito como músico en países como Chile.
Obsesivo, este hijo del libanés José Escaf Escaf, un tipo millonario que permitió que su hijo viviera en la extrema pobreza, se fue a Bogotá a los 22 años a hacer un casting en la telenovela del canal Uno Las ejecutivas y ahí quedó. Ese año, 1995, hizo tres novelas al hilo, una de ellas fue la popular Fuego Verde, en donde uno de los guionistas era el reconocido periodista norteamericano Tom Quinn. A la actuación le sumó la dirección y la presentación de programas. El más famoso de todos fue Día a Día, del que salió en una pelea en el 2012 que se resolvería a su favor obligando al canal a pagarle 2.000 millones de pesos por incumplimiento de contrato.
Y sin embargo sigue vetado por Caracol. Ahora, lejos de los focos, Agmeth llevará su carisma a otro nivel: al Congreso de la República.