El Club Independiente Santa Fe vive su época más gloriosa de sus 75 años de historia. César Pastrana, su presidente y principal propietario, ha sido -sin duda- uno de los artífices de este exitoso momento del equipo capitalino.
En los últimos años, Santa Fe ha obtenido siete títulos oficiales; ha dejado ganancias económicas por cuatro temporadas consecutivas e incluso ha repartido utilidades entre sus accionistas (en contravía de los principios del club, cuyos fundadores orientaron que los activos debían reinvertirse en él).
Sin embargo, Pastrana se sigue mostrando inconforme y ya se ha vuelto repetitivo con sus reparos a la hinchada. Pero ¿cuál es su molestia?
Este 18 de agosto, Santa Fe disputó el primer juego de uno de los cuatro torneos internacionales oficiales que tiene en el año: la Recopa Suramericana ante el River Plate argentino.
El partido seguramente ha dejado una jugosa taquilla por cuenta de los altos precios que esta vez impuso el club. Taquilla que se suma al premio que otorga el torneo (incluso en caso de perderlo) y a otros ingresos económicos que ha debido percibir.
Sin embargo, el presidente Pastrana la emprendió contra la hinchada santafereña porque no se agotó la boletería. Que era una hinchada en formación, que sólo eran 14 mil y que el resto eran hinchas de TV, dijo el dirigente a un canal internacional.
Pastrana ha sido un gran dirigente deportivo, pero en su rol de propietario del club sin duda tiene intereses económicos personales. No le bastan los éxitos deportivos del club, los taquillazos en finales y partidos internacionales, y su posicionamiento internacional.
¿Por qué la emprende contra la hinchada? Una hinchada que se mantuvo fiel durante los 37 años sin ganar una estrella. Que respondió en los momentos difíciles y que incluso realiza mosaicos en la tribuna con su figura.
Al partido de la Recopa asistieron unos 19 mil espectadores. Si bien los abonados del 2016 ya contaban con su ingreso, el resto de público debió pagar entradas entre 50 y 350 mil pesos, cifras altas para el promedio nacional, y en un país con dificultades económicas como Colombia.
Aparte de eso, el equipo acaba de recibir 700 mil dólares por ganar la Copa Suruga en Japón. Recibirá otro tanto por su participación en la Recopa (entre 350 mil y 600 mil dólares), y viene de ganar 1,2 millones de dólares al conseguir la Copa Suramericana. Eso arroja un ingreso total de más de 6 mil millones de pesos sólo por premios internacionales. Y sin contar las ganancias por transferencias de jugadores, taquillas, patrocinios, derechos de televisión y mercadeo.
Con una hinchada que acompaña al equipo en las canchas de Colombia, Suramérica o Japón, con un club con arcas llenas, con 14 títulos oficiales, y con cuatro torneos por disputar este semestre, ¿qué más quiere, señor presidente?