Llegar al apartamento del “Cacique de la Junta” es reencontrarse con su historia y cada una de las etapas de su vida. Al entrar en la que fuera su última casa en Bogotá, ubicada en un octavo piso de un exclusivo sector de Suba, lo primero que logra captar la atención del visitante es un ternero disecado en la sala de su casa.
Su esposa Consuelo Martínez nos recibe para grabar una entrevista que hará parte de un especial que se emitió en Canal Capital el 22 de diciembre, en el primer aniversario de la muerte del “Papá de los pollitos”, Diomedes Díaz. El apartamento tiene una gran vista y antes de empezar la entrevista Karen Consuelo Díaz, una de las hijas menores del Cacique pasa corriendo por la sala de su casa con una gran sonrisa.
A Consuelo se le ve notablemente afligida, está vestida con un traje negro y aún guarda el luto por la muerte de su esposo, enseguida nos dice que ha tenido un día de entrevistas muy difícil y que ha llorado mucho. La conversación empieza. Martínez resalta las cualidades de Diomedes como padre y esposo: “Diomedes me dio los mejores años de su vida, por más de 24 años me dio felicidad y tres hermosos hijos, era un gran hombre”.
Mientras transcurre la entrevista es imposible no fijar la vista en la parte más famosa de la casa de Diomedes, la esquina sagrada de la Virgen del Carmen. Era allí dónde el “Cacique de la Junta” se encomendaba a su patrona cada vez que salía hacia una presentación, un concierto o un viaje de avión. Consuelo dice que a pesar de tantos años de convivencia nunca supo qué le decía el artista a la virgen, pero aquellas imágenes de gran tamaño debían estar siempre en su casa.
Rápidamente y ante la pregunta ¿qué es lo que más ha extrañado de su compañero?, Consuelo no puede contener las lágrimas. “Extraño todo, sus caricias, sus besos, sus canciones, sus palabras y su compañía”. Luego, en el momento más emotivo de la conversación Martínez cuestiona agobiada entre lágrimas la ausencia del padre de sus tres hijos “si yo pudiera hablar con él le diría que por qué me dejó sola, que por qué nos dejó cuando más lo necesitábamos”.
Rodeados de paredes en las que se pueden ver las imágenes de las etapas importantes del “Cacique”, sus premios, y las fotos de los tres viajes que realizó junto a su familia, entre 2005 y 2012 a España, Italia y Holanda, Consuelo nos aclara que Diomedes era quien decidía cómo se decoraba su apartamento, era una de sus responsabilidades fuera de los escenarios.
La viuda del Cacique respira profundo y recuerda la canción de los dos, “amor bogotano”, una letra dedicada a Consuelo Martínez, que según ella misma le encantaba cantar en la intimidad de su casa.
En el centro de Colombia bien sea Bogotá
Allá fue donde conocí una cachaquita y…
Por Dios que cosa tan bonita y…
Desde entonces le entregué mi corazón
Sobre los últimos días de Diomedes, Consuelo afirma que al Cacique se le veía bien de salud, y con la tristeza del alma recuerda que ya habían elegido el 26 de diciembre del año 2013 como el día en el que se casarían. Pero el cuerpo del “papá de los pollitos” no aguantó hasta ese día y su amor quedó entonces inmortalizado en el sentimiento que se profesaban y en las serenatas que a diario se escuchaban fuerte en su hogar. “Eso es lo extraño, a él se le veía muy bien, esa tarde se fue a dormir como lo hacía siempre, porque él dormía de día”.
Luego de terminar la entrevista, el amor bogotano del “Cacique” nos permitió conocer los tesoros del más importante cantante y compositor vallenato de Colombia, sus particulares botas, la camisa con la que murió Diomedes Díaz y el último premio, de los miles que recibió a lo largo de su vida, el galardón de los Premios Shock al mejor artista vallenato del 2014.