El Índice de desempeño fiscal – IDF - mide la viabilidad fiscal y la gestión de recursos propios, endeudamiento, inversión y finanzas de los municipios y departamentos del país. Es publicado por el Departamento Nacional de Planeación – DNP y la semana publicó el del 2022, el último para evaluar a los mandatarios que van saliendo.
El IDF es bastante volátil, es decir puede cambiar drásticamente de un año a otro, pues 8 de sus 9 indicadores están ligados al presupuesto (análisis coyuntural) y sólo 1, el endeudamiento, está atado a la estabilidad del balance.
Es el caso de Santa Ana que en 2000 ocupó un notable puesto 121/1102 a nivel nacional y 1° en Magdalena pero al año siguiente cayó al 945/1102. O la Gobernación del Magdalena que en 2018 ocupó el puesto 2/32 pero en 2019 cayó al 20/32. No obstante, los resultados muestran cierta estabilidad en las regiones y entidades que lideran como son los de Boyacá, Cundinamarca y Boyacá. Y los últimos, como los municipios de Bolívar y Magdalena.
El IDF es útil para comparar la gestión de la entidad en el tiempo y respecto a otras entidades. Y las entidades son distintas, no es igual el potencial de recaudo predial de Rionegro en Antioquia que el de El Retén en Magdalena. Por ello en los últimos años ante la inutilidad de la categorización que agrupa al 94% de las alcaldías en una sola de las siete categorías, se han introducido tipologías internas de agrupación como las “capacidades iniciales”, en subgrupos de 217 alcaldías y subgrupos de gobernaciones, para comparaciones de “peras con peras”, más objetivas. En 2019 se le introdujeron al IDF 3 nuevos indicadores, quedando con 9, buscando mejorarlo en términos de endeudamiento, gestión presupuestal y calidad del gasto.
SANTA MARTA ENTRE LAS ÚLTIMAS EN IDF 2022
Entre las 31 ciudades capitales, 5 se ubicaron en nivel SOLVENTE, 7 en nivel VULNERABLE y 18 en nivel de RIESGO (el 58%). Ninguna se ubicó en nivel SOSTENIBLE y DETERIORO.
Santa Marta con 52,84 puntos ocupó el puesto 24 entre las 31 ciudades capitales, en nivel de RIESGO y por debajo del promedio. Ocupó el sexto lugar entre las ocho capitales del Caribe y a nivel nacional se ubicó 704 entre los 1102 municipios.
EL DETERIORO SOSTENIDO DEL IDF INDICA QUE EL PROBLEMA ES ESTRUCTURAL
El mejor puesto de Santa Marta lo ocupó en 2010 en el puesto 19/1102. Pero luego de un destacable puesto 59/1102 en 2016 en nivel de SOLVENCIA, en 2020 cayó al fondo en el puesto 971/1102, en nivel de RIESGO. La pandemia no era excusa pues afectó a todos, hasta a municipios de muchísima menor capacidad fiscal. En 2022 siguió en el fondo de la tabla en nivel de RIESGO.
Además de la baja calificación, es evidente la tendencia de deterioro del IDF de Santa Marta desde 2016, manteniéndose en nivel de RIESGO en todo el cuatrienio de Virna. Es decir, aunque se han recuperado algunos indicadores como el gasto de funcionamiento, el resultado relativo respecto a las demás entidades sigue siendo malo.
No podemos dejar de lado que el efecto negativo que tuvo para Santa Marta la nueva metodología, pues es en uno de los nuevos indicadores que le va mal. Con la anterior, Santa Marta estaría en nivel SOSTENIBLE y ocuparía el puesto 96/1102, mucho mejor que al puesto 704/1102 y nivel RIESGO de la nueva metodología.
EL INDICADOR PEOR CALIFICADO y que arrastra a Santa Marta al nivel de riesgo es el de AHORRO CORRIENTE, en el cual ocupa el último lugar siendo la única ciudad capital que lo muestra negativo, es decir déficit presupuestal en el gasto corriente.
La explicación de la mala calificación en Ahorro Corriente podríamos ubicarla en el cierre presupuestal 2022 que arrojó un déficit de -$26.500 millones en el gasto de funcionamiento ejecutado, la mitad de los cuales correspondían a reservas constituidas, es decir exceso de gasto ejecutado en la misma vigencia sin respaldo en caja. Curiosamente estas no están cargadas al presupuesto 2023.
Recordemos que con estos recursos ICLD es que pretendían financiar el ilegal crédito de $1,8 billones para el agua de Santa Marta. Entonces advertimos que era ilegal, acorde con el artículo 11 de la ley 358/97, sino riesgoso por sus compromisos en el inflexible y creciente gasto de funcionamiento del Distrito y las advertencias en este sentido de los informes de calificadoras de riesgo y del mismo Minhacienda.
EL INDICADOR DE VIABILIDAD MOSTRÓ UN BUEN NIVEL de HOLGURA, el tercero más alto entre las capitales, mejorando respecto a los cero puntos calificados en 2021, debido al incumplimiento entonces del gasto del Concejo Municipal. Este año, curiosamente, el DNP excluyó este criterio tal vez por indicaciones de la Contraloría que viene omitiéndolo hace años. Eso tal vez evitó que cayera aún más la calificación de Santa Marta.
Aunque se cumple con el límite en el gasto de funcionamiento, lo cual le reporta liquidación de EFICIENCIA ADMINISTRATIVA en transferencias SGP propósito general, hace 5 años Santa Marta no recibe recursos por ESFUERZO FISCAL. Ello puede obedecer a discordancias técnicas en el reporte de valores de los informes de presupuesto y contabilidad, por lo cual se han perdido más de mil millones. Obsérvese como Santa Marta en 2023 también perdió recursos para ALIMENTACIÓN ESCOLAR por el aumento de la deserción escolar.
La Santa Marta con evidente necesidad de infraestructura (vías, agua) muestra un bajo índice de FORMACIÓN BRUTA DE CAPITAL FIJO. Es una cifra acorde al estilo de gobierno Caicedista que gasta más recursos en estudios (dejan más dinero que se destina a campañas políticas), contratos de prestaciones de servicios (que amarran militantes y votos) en lugar de soluciones concretas a los problemas de la ciudad.
EN ENDEUDAMIENTO NO TAN MAL PERO…. Santa Marta es la doceava capital menos endeudada con pasivos del 26% de sus activos. Bueno, si la comparamos con el 62% de Barranquilla.
No obstante, las cifras del balance muestran un preocupante déficit de tesorería a diciembre 31 de 2022, mucho más grande que el déficit presupuestal de los ICLD, por valor de -$161.913 millones. De 2019 a 2022 se pasó de superávit a déficit de tesorería.
Para la nueva administración de Santa Marta las claves de mejoramiento serán no aumentar el endeudamiento, disminuir aún más el gasto de funcionamiento, orientar la inversión a infraestructura y recuperar el equilibrio. Son acciones “políticamente incorrectas” pero coinciden con lo que espera y amerita la ciudad.
