La iniciación con esta gran bebida casi siempre fue una fiesta en diciembre. La edad: 14 años. Los papás, apegados a otras bebidas espirituosas más fuertes, desechaban el vino Cariñoso que casi siempre llegaba en la ancheta de fin de año. Esa bebida dulzona con olor y sabor a manzana era la elipsis de los adolescentes que en medio de las festividades les era permitido tomar acompañando la galleta navideña con un copita de vino. Y luego venía otra galleta y otra copa.
Otros jóvenes más osados destapaban la ancheta y se llevaban el Cariñoso o el Sansón para beberlo y emborracharse a escondidas con amigos y primos escuchando la música de moda.
Este vino gaseoso empezó a fabricarse 23 de septiembre de 1978 en la ciudad de Cali, con una fórmula traída al país desde Barcelona, España. En esa época estaban de moda los vinos tipo cooler, que eran refrescantes y funcionaban bien entre los consumidores más jóvenes.
Cariñoso se estableció rápidamente entre los adolescentes y los estratos más bajos del país. Cuarenta años después de su creación Cariñoso vende al año 2.160.000 botellas. Es uno de los tragos más populares del país. El auge se lo debe a Belisario Betancourt. Cuando el recientemente fallecido presidente decidió a finales de 1982 cerrar las importaciones, Cariñoso se convirtió en toda una alternativa para la clase media. Todos crecimos viendo en la nevera de nuestras casas la botella verde con la manzana roja en todo el centro de la etiqueta.
En 2012 la imagen que lo acompañó fue modernizada por una imagen gráfica del fruto. Lo distribuyen los españoles de Enalia quienes desde 1998 también distribuyen el Vino Sansón, producto también navideño que vendría hacer el primo hermano del dulzón Cariñoso.
Este licor amarillo pálido sigue siendo el trago más vendido en el país y el más regalado en diciembre. Nunca ganará un concurso internacional pero siempre seguirá siendo sabroso y barato.
Aun cuando es un vino que a todos da guayabo, su botella y el aroma que expele al girarse la tapa metálica evoca el pasado a unos años adolescentes rodeados de pesebres, luces y sus infaltables compañeras las galletas Caravana y Noel que junto al Cariñoso nunca faltarán en la ancheta recibida y nunca sobrarán en la entregada. Los expertos en vinos recomiendan tomarlo frío, muy frío.