Ella es Leidy Díaz, una mujer que lleva varios años de vida peleando contra una enfermedad huérfana que desde los tres años de edad le empezó a deformar su rostro. Los médicos, lamentablemente, dicen que no tienen una solución en sus manos, algo difícil de aceptar por parte de ella.
Su familia y amigas se han convertido en el poder del amor y la fuerza de superación es una gran medicina para su alma.