No entiendo qué le pasa a la gente y a los jóvenes. Mis sobrinos me mostraron ayer unos videos de jóvenes jugando con agua hirviendo. Bien se la bebían, bien se la daban a beber a incautos, e incluso se la tiraban en la cara a personas que iban desapercibidas. Pasaron de ser retos para recaudar fondos y alertar sobre los peligros de ciertas enfermedades, a ser retos para herir la gente.
Estoy muy pendiente, y veo que hay retos de pegarle a la gente, hacerle bromas a veces pesadas. Pirry acá con Daniel Samper jugaron a darle un coscorrón a los policías: va y viene, pero otra cosa es quemar a alguien con agua hirviendo. La mayoría de los afectados en Estados Unidos han ingresado al hospital con quemaduras de primer grado. Eso da para cárcel. Algunos han tenido problemas más serios: un niño que participaba en el reto y le dio agua hirviendo a su primita de ocho años en Florida. La niña se llamaba Ki'ari Pope y sufrió quemaduras en la boca y la garganta. Murió en la operación.
No cabe duda: somos una sociedad enferma, y que con las nuevas tecnologías estamos empujando a nuestros niños y jóvenes a cometer las más grandes estupideces.