El proceso de paz avanzaba en La Habana. Las Farc habían decretado el cese al fuego indefinido desde el 20 de diciembre del 2014. Habían bajado la guardia. El comandante de las Farc, Jairo Martínez, recien llegado de La Habana, había convocado a los comandantes de tres frentes del Pacífico en una vereda de Guapi a explicar los avances del Proceso de paz.
La inteligencia del Ejército lo infiltró, según la guerrilla, implantándole un chip, y logró ubicar la reunión. Dos Supertucanos y Blackhawks se enfilaron al anochecer del 22 de mayo del 2015. El bombardeo fue implacable. Murieron 26 guerrilleros incluido el comandante Jairo Martínez. Nilson Peña, fue uno de los pocos sobrevivientes.
Después del bombardeo llegaron al casco urbano de Guapi 300 campesinos e indigenas en busca de refugio, su tierra habia sido arrasada.
Un mes antes guerrilleros del Bloque Occidental Alfonso Cano habían emboscado una patrulla del Ejécito en La Esperanza a pocos metros de donde empieza la Zona Veredal de La Elvira en la cordillera.