El 3 de octubre Arnold Andrey estaba llegando a su casa en la localidad de Bosa al sur de Bogotá. En ese momento dos hombres en bicicleta y armados llegaron a asaltarlo. Sin mediar muchas palabras uno de los hombres accionó el arma disparándole en toda la cara y dejándolo al borde de la muerte.
Eran las 8:30 p.m. cuando el joven cae sin poder levantarse y ante la impotencia de la mujer que lo acompañaba. Tal fue la sevicia de los atracadores, quienes serían de nacionalidad venezolana, que tras el disparo se devuelven y toman las pertenencias del joven que se encuentra gravemente herido en el piso al frente de su vivienda.
Tras 20 días en el hospital, Arnold Andrey volvió a su casa en la cual sigue batallando por recuperarse debido a las heridas que le dejó la bala la cual se alojó entre el cráneo y su columna.
"Yo estuve todo el tiempo consiente. Recuerdo que a los minutos llegó mi hermano; los patrulleros; la ambulancia. Me llevaron al hospital. La verdad no recuerdo que me dijeron los ladrones, yo solo les dije que se fueran que chao. Cuando dije eso sentí un pito y caí al suelo", narra para Noticias Caracol el joven Arnold Andrey mientras se encuentra postrado en una cama tratando de volver a tener movilidad en su cuerpo.
El hecho sucede en un momento de alta violencia en las localidades de Kennedy y Bosa donde bandas de venezolanos y colombianos se disputan el control de varios barrios en estas localidades.