Diariamente por la vía panamericana transitan cientos de migrantes que intentan retornar a Venezuela después de que la Covid 19 los dejará sin empleo y sin recursos económicos para sostenerse durante el confinamiento. Para estas personas la estigmatización y la xenofobia se ha convertido en la constante que los acecha, pues indican que los rechazan porque creen que son portadores del virus.
“Hay bastante xenofobia en estos países, te discriminan porque eres caminante, porque piensan que tienes coronavirus, gracias a Dios que en Pasto nos realizaron unas pruebas para descartar que estuviéramos contagiados y nos dieron un certificado”, expresó Warner Iriarte Martínez, un caraqueño que lleva dos semanas caminando desde Atacames, Ecuador.
Cuando Iriarte ingresó al territorio nacional el 12 de mayo en compañía de otros connacionales, la Empresa Social del Estado Pasto Salud le realizó un tamizaje de SARS-CoV 2 y les entregó una constancia que indica que no representan un riesgo por coronavirus; pero aun así, su presencia en las vías nacionales y sitios públicos infunde un temor en la ciudadanía que termina convirtiéndose en xenofobia.
Un caso similar vivieron otros migrantes que se movilizaban en un furgón en Puerto Tejada y se les obligó a salir del municipio persiguiéndolos con la Policía Nacional. El lenguaje utilizado por el funcionario público que aparecía en el video fue criticado fuertemente por líderes políticos de esta localidad:
“No es aceptable bajo ningún punto de vista que estas personas sean tratadas con ese tipo de lenguaje desde la institucionalidad; eso me parece gravísimo y por ello hemos asumido una posición en contra de estas situaciones para garantizar a cualquier ciudadano venezolano, ecuatoriano, colombiano o de cualquier parte del mundo lo más importante que puede tener una persona, su dignidad y el respeto por los derechos humanos”, expresó el excandidato a la Asamblea por el departamento del Cauca Edwin Machado.
Machado también hizo públicas las presuntas amenazas realizadas a una familia con un bebe que improvisó una estructura en un tramo de la vía hacia Cali, pues no se podían movilizar por la cuarentena: “Nos enteramos de una familia venezolana que pedía ayuda, iniciamos una campaña a través de redes sociales que tuvo gran acogida. Les conseguimos comida, ropa, pañales, un mosquitero y hasta un corral; pero nos preocupó mucho que se les amenazará con rociarles gasolina si no se iban de allí, por ello salimos al paso manifestando que no estaban solos, que como seres humanos necesitaban de nuestro apoyo”.
Finalmente Machado invitó a la ciudadanía a ser solidarios y respetar los derechos humanos: “Puede ser que los hermanos migrantes venezolanos que vienen del suroccidente colombiano generen una sensación de temor por lo disparado que esta la enfermedad en Ecuador, pero eso no los hace merecedores del maltrato, la discriminación y mucho menos de intenciones de arrebatarle la vida. Hay gente que ha caminado kilómetros huyéndole a la enfermedad, por eso entre más podamos ayudar cumpliendo las medidas de bioseguridad ayudemos, porque hoy son ellos mañana podríamos ser nosotros”.