Laura Quintero, quien es parte del personal de la salud se dirigía a su casa en la noche del 20 de mayo en un taxi. Cuando llegaba al barrio Quiroga en el sur de la capital colombiana, vio un comportamiento sospechoso por parte del taxista que conducía el vehículo. "Cuando el taxista llega la Quiroga el taxista empieza a frenar el carro, no lo vi sospechoso, nada raro, cuando de un momento, se detiene y se monta un señor con un destornillador; me rapa el celular [...] Y después lo que hace es bajarse la cremallera. Yo salto y lo que hago es cogerle el destornillador y comenzamos a forcejear...", afirma Laura Quintero quien venía de un bar de la zona rosa tras compartir con sus amigos como lo reportó el patrullero de la noche de Noticias Caracol.
"Yo le comencé a pegar al taxista mientras forcejeaba con el otro [...] me agarré de la puerta, y ya sentía que me estaba chuzando la piel, opté por soltarme del taxi", en ese momento Laura se lanza del vehículo, como se ve en el video, sin importar lo que pudiera suceder. Tal fue la valentía de la joven que se levantó inmediatamente y trató de perseguir el taxi que llevaba sus agresores abordo pero estos cobardemente escaparon.
"Más que lo material, es el daño que me hicieron y esto no puede quedar impune", concluye Laura quien con ayuda de la Policía presentará el denuncio oficial y se espera que los videos ayuden a la investigación y a la captura de los agresores que intentaron accederla violentamente.
Según cifras de las Naciones Unidas, "una de cada tres mujeres en el mundo sufre violencia física o sexual desde que es muy joven". Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y ONU Mujeres, 736 millones de mujeres han sufrido ese flagelo a manos de una pareja o por otras personas y una de cada cuatro jóvenes de entre 15 y 24 años que ha tenido alguna relación íntima lo habrá padecido al llegar a los 25, alrededor del mundo.
Lo más alarmante es que el fenómeno no ha retrocedido en los últimos diez años y, peor aún, que se ha exacerbado durante los confinamientos ordenados por la pandemia de COVID-19.
Vea también:
"Los jueces de este país son unos flojos y perezosos", la rabia del papá de Colmenares con el fallo