En Colombia, el país de las cosas al revés, las víctimas resultan siendo las culpables: es demandado quien denuncia el robo de los 70.000 millones y no la ministra que se los robó, los más de 6.402 falsos positivos fueron porque “esos jóvenes no estarían cogiendo café”, los bombardeos a niños son porque los niños son “máquinas de guerra”, los indígenas son “invasores”, las víctimas del Esmad le meten la cabeza a las balas, los líderes sociales son asesinados porque se lo buscan y los exiliados se van porque se quieren ir, y así durante 200 años de gobierno de derechas, pero el culpable es el gobierno progresista que apenas lleva un mes.