Una rica galería de barbarie quedó revelada con el ingreso de 2.500 integrantes de la Fuerza Pública a la zona del Bronx. Los temidos sayayines –jíbaros con poder– contralaban desde prostíbulos, calabozos donde confinaban a secuestrados y deudores moros amarrándoles de pies y manos, hasta patios colmados de bicicletas robadas, pasando por mazmorras donde se desmembraba a víctimas, y una fosa con perros hambrientos donde, según el director del CTI Julián Quintana, eran lanzadas personas para ser eliminadas de esa forma.
Para irrumpir en este “verdadero infierno”, como lo calificó Daniel Mejía, secretario de Seguridad de Bogotá, fue necesaria una tanqueta blindada que echó abajo paredes y barreras para abrir paso a los miles de hombres del Ejército, Policía y CTI. Al interior encontraron gente que permanecía esclavizada por algunas de las mafias que imponían el terror allí. Cerca 200 menores drogadictos fueron rescatados y llevados a albergues donde recibirán atención, y según las cifras del Distrito un total de 1069 habitantes de la calle habitaban el Bronx. En lo más profundo de este complejo del hampa las autoridades hallaron túneles de fuga, puertas blindadas, y casas para ritos satánicos y brujería.
Este video, producido por la Alcaldía de Bogotá, muestra apartes del operativo: